Redacción|LaOtraPlana.com.mx
Torreón, Coahuila.- En la Facultad de Ciencias Biológicas Unidad Torreón de la Universidad Autónoma de Coahuila, se llevó a cabo la octava sesión del Seminario Permanente de Formación en Procesos de Investigación Interdisciplinaria (SPFPII), en la cual se presentaron investigaciones enfocadas en las literaturas de no ficción sobre feminicidios en Latinoamérica y la historia de la prostitución en Torreón, Coahuila.
La Dra. Lucila Navarrete Turrent expuso su investigación titulada “Literaturas de no ficción sobre feminicidios en Latinoamérica”, en la que identifica una línea de continuidad entre estas obras y el género del testimonio que surgió en el contexto de la Guerra Fría y las dictaduras en el Cono Sur; obras como “Chicas muertas” de Selva Almada, “La fosa de agua” de Lydiette Carrión y “El invencible verano de Liliana” de Cristina Rivera Garza, destacan por dar voz a sujetos políticos que resisten u oponen al Estado.
Navarrete Turrent argumenta que estas literaturas, escritas por mujeres, construyen paradigmas estéticos fuera de los pactos patriarcales basándose en experiencias de dominación, analiza cómo el duelo y la pérdida por los feminicidios activan una memoria colectiva y articulan un tipo específico de escritura literaria que responde a la vulnerabilidad y la finitud.
Por su parte, el M.C. Carlos Castañón Cudros presentó su investigación plasmada en el libro “Roja es la luz” sobre la historia de la prostitución en Torreón, destaca que, aunque la prostitución forma parte de la historia social, la memoria colectiva tiende a centrarse en figuras como agricultores y empresarios que forjaron la región, su investigación, por tanto, se enfoca en los márgenes de la ciudad, revelando prácticas sociales a través de documentos históricos, archivos y hemerotecas.
Castañón Cudros, reconstruye cómo la prostitución se asentó en Torreón desde sus orígenes a finales del siglo XIX, paralelamente al desarrollo urbano de la ciudad y analiza cómo el negocio de la prostitución creció al punto de que en 1898 el gobierno estatal emitió un reglamento para administrarla.
El libro “Roja es la luz”, se divide en dos partes, abarcando los siglos XIX y XX, en la primera da a conocer el reglamentarismo como forma de control, mientras que, en la segunda el crecimiento desmedido de la práctica de la prostitución que llevó al surgimiento de varias zonas de tolerancia.