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Torreón, Coahuila.- Durante su intervención en el Subcomité Técnico COVID-19 de la Región Laguna, la cual es encabezada de manera semanal en Torreón por el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, el titular de la Secretaría de Salud de Coahuila, Roberto Bernal Gómez, habló acerca de los efectos del Covid en la disfunción sexual.
De acuerdo con la información recabada por el grupo de expertos y epidemiólogos de esta secretaría, la pandemia COVID-19 impactó en general de manera adversa en la sexualidad de las personas por diversas situaciones, entre las que destacan la falta de privacidad en el hogar, dificultades económicas y la pérdida del trabajo.
“La disfunción sexual son todas aquellas situaciones en las que la satisfacción o repuesta sexual se ven afectadas y ello impide participar en una relación sexual satisfactoria. Afecta tanto a mujeres como a hombres, independientemente de la edad u orientación sexual”, indicó.
Asimismo, explicó que la disfunción sexual se experimenta de manera diferente dependiendo del género. En las mujeres se puede presentar frigidez, al no presentar deseo ni placer en las relaciones sexuales, afectando a 1 de cada 10 mujeres; en la anorgasmia: la mujer siente placer pero no logra el orgasmo; vaginismo, los músculos vaginales se contraen haciendo difícil la penetración; y la dispareunia, dolor durante las relaciones sexuales.
Respecto a los hombres, la “afección” común es la disfunción eréctil, definida como la incapacidad para lograr y mantener una erección lo suficientemente firme como para tener relaciones sexuales satisfactorias. En recientes estudios se asoció al Covid-19 con casos de disfunción erectil.
“En más de medio millón de personas se encontró el 28 por ciento de disfunción erectil en quienes padecieron Covid, comparado a un 9 por ciento en los que no habían padecido la infección”, puntualizó.
Sobre lo anterior, Bernal Gómez reiteró que el SARS-CoV-2 es una enfermedad vascular, por lo que todo aquel vaso sanguíneo que haya logrado ser infectado por este virus presentará daños y pérdida de función.
“El pene está recubierto por muchos vasos sanguíneos. El tejido testicular tiene una gran cantidad de receptores del virus Covid-19, incluso más que el tejido pulmonar”, dijo.
En cuanto a las secuelas del virus en el aparato reproductor masculino, el Secretario de Salud enumeró los siguientes: Prostatitis, dolor testicular, disfunción erectil, hipogonadismo, reducción del conteo y calidad de espermatozoides y disminución de la fertilidad.
“Se ha demostrado la presencia del SARS-CoV-2 en el pene y próstata de hombres infectados mucho tiempo después de la infección inicial”.
Sin embargo, destacó que existen tratamiento farmacológico y no farmacológico para tratar la disfunción eréctil. El primero consta de perder peso a través de dieta balanceada y ejercicio regular, dejar de fumar y de tomar alcohol.
Mientras que el tratamiento farmacológico va del consumo de inhibidores de la fosfodiesterasa, medicamento eficaz, seguro y que permiten normalizar la erección en casi un 80 por ciento de los pacientes, tales como: sildenafil, tadalafil y vardenafil.
Otro punto a descartar es el uso del viagra, un medicamento muy conocido para la disfunción eréctil pero con numerosos efectos secundarios, como dolor de cabeza, rubefacción, ardor, congestión nasal, visión borrosa, diarrea y mareo. Dolores musculares y de espalda, isquemia del nervio óptico, pérdida súbita de la visión.
Por otro lado, el Secretario de Salud advirtió sobre el uso y fácil acceso de suplementos para este problema, mismos que son poco confiables por su dudoso contenido de sustancia, por lo que exhortó a la población masculina a no consumirlos.
“La mayoría de los problemas de disfunción sexual son curables, por lo que es de vital importancia que una vez identificados, acudan con un especialista que lo oriente en el tema”, concluyó.
