(Una película que significa la condición de la mujer, en la responsabilidad de la crianza al hijo o el ejercer el derecho a la individualidad)
Raúl Adalid Sainz
Cinematográficamente la película es muy redonda y propositiva en su narrativa. La adaptación de la novela («La Hija Oscura», de Elena Ferrante), a guion, es acertada, va más allá de la ilustración. La cámara (es el alma y pensamiento de la protagonista, comenta su pensar), uno de los aciertos que más agradecí.
El juego de tiempos, en uso del flashback, es recurso narrativo que ahonda y no hace perder la atención retenida para el espectador. Hay una gran dirección de actores, la directora (Maggie Gyllenhaal, la recuerdo excepcional en «Loco Corazón», junto a Jeff Bridges), fue actriz, y conoce la materia interpretativa y el tono que buscaba para traducir la realidad a vivir.
La protagonista, Olivia Colman, es la cereza en el pastel. Extraordinaria interpretación. Una película honesta, realizada con responsabilidad y argumentos que permiten una reflexión crítica y sensible a estas situaciones de vida honda de la mujer, y su responsabilidad de criar a un hijo, y su propio derecho a ejercer su individualidad.
La polémica surgirá en este caso. El ser o no ser, brincará travieso en la cuestión a resolver: me entrego a mi hijo, sacrificando mis enormes expectativas de realización profesional o abandono todo por ellas. Ahondar en este aspecto sería estropear la película, para quienes no la han visto. Ahí está el quid del asunto.
Quienes no tienen prisa y saben ver el cine en el detalle, en su ritmo natural, como es la vida, alcanzarán a descubrir este mundo a seguir de la protagonista «Lena». Quienes no, pues están habituados, y son gustantes del cine hollywoodense, ese de ritmo y edición frenético, se aburrirán y la descalificarán; dictando en la suficiencia de «sabios» del Parnaso, los epítetos: lenta y aburrida.
No sabiendo que la ignorancia ignorada gobierna su sentido de apreciación y sensibilidad.
La película tuvo grandes críticas del jurado en el prestigiado «Festival Internacional de Cine de Venecia», y eso es mucho decir.
La puedes ver por Netflix.
Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan