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Una Europa congelada y empujada a la recesión. Rusia está en guerra con Ucrania. A casi 200 días del inicio de la invasión ilegal, queda claro hasta dónde llegarán las consecuencias para el pueblo de Ucrania, pero también para el suministro mundial de cereales, energía y el golpe recesivo sobre las economías occidentales.
Con el conflicto en un punto de estancamiento, Vladimir Putin, ha vuelto a echar duras advertencias hacia los países adversarios a sus intereses bélicos y políticos. Cuando el invierno se acerca, y puede evidenciar duramente las consecuencias, un invierno congelado, el líder ruso, habló en el foro económico de Vladivostok, y volvió a atacar de frente las sanciones occidentales, clasificándolas de “una elección miope” y “un peligro para el mundo entero”.
La oportunidad de los dichos, en un escenario complejo para los Veintisiete. De todas maneras, Ursula von der Leyen habló ante el Parlamento comunitario e insistió en el pedido de ayuda para Ucrania y límites al precio que se paga por el petróleo ruso. Haciendo frente a las amenazas, el “precio tope” para Gazprom es una decisión dura que deberá utilizar una base jurídica distinta para sortear el obstáculo de la unanimidad.
Dimensionando el contexto, Putin calificó los movimientos occidentales como “un intento agresivo de imponer su propio dominio sobre el mundo”, pero explicó que el equilibrio del planeta se está desplazando hacia la zona del Pacífico.
“La calidad de vida en Europa”, dijo, “ha sido sacrificada” por los intereses estadounidense, mientras que Rusia es capaz de soportar “la agresión económica, financiera y tecnológica” de Occidente. El jefe del Kremlin pronosticó que “los problemas con el suministro de alimentos se intensificarán y una catástrofe humanitaria está en el horizonte”
También estos pronósticos y amenazas se dan cuando un informe interno filtrado del gobierno ruso advierte sobre una recesión más prolongada y profunda en ese país a medida que se intensifican las sanciones occidentales, lo que afectará a sector clave de la economía rusa.
El informe describe una imagen completamente diferente a la retórica oficial del Kremlin e indica que la economía rusa podría tardar años en recuperarse. Los autores predicen una intensificación de las sanciones occidentales en 2023, acelerando las pérdidas para la economía rusa. Podría caer hasta un 12% por debajo del nivel anterior a la guerra, según el escenario más pesimista, que no prevé un retorno al nivel de 2021 antes de 2030.
Sin reconocer que las sanciones están complicando a su país, el discurso de Putin trata de confirmar la línea que el ataque a Occidente por las sanciones ha llevado a Moscú a buscar nuevos socios económicos y geopolíticos: “Es imposible aislarnos”, dijo, “nadie lo logrará”.
“Estados Unidos no se detiene ante nada para lograr sus objetivos. Ya vemos algunas producciones paradas en Europa por la ruptura con Moscú. Occidente ha cuestionado algunos de los fundamentos del sistema económico mundial, y la confianza en el dólar, el euro, la libra se ha debilitado”, dijo Putin.
Paralelamente, el gigante ruso del gas ha anunciado que China liquidará a partir de ahora sus contratos en rublos y yuanes, en lugar de en dólares, una señal de acercamiento entre Moscú y Pekín en medio de las tensiones con Occidente. “El nuevo mecanismo de pago es una solución mutuamente beneficiosa, oportuna, confiable y conveniente”, dijo el jefe de Gazprom, Alexei Miller, en un comunicado. Además, la empresa energética manejada desde Moscú difundió un video sobre una “Europa congelada”.
En cuanto a Rusia, “la inflación alcanzará el 12 por ciento este año, pero el próximo caerá a los niveles esperados”. Por supuesto -se ve obligado a admitir el presidente ruso- “hay problemas en algunas regiones y para algunos sectores económicos”, y por eso “es importante seguir apoyando la economía rusa”: pero sobre esto, asegura, “Moscú seguirá defendiendo los intereses nacionales”.
Sobre la exportación de cereales, Putin volvió a amenazar al mundo: “Tendremos que cambiar las rutas del grano, hemos hecho todo lo posible para asegurar la posibilidad de garantizar las exportaciones desde Ucrania. Pero ese grano no fue a los países pobres, sino a Europa”
La crisis alimentaria es otra derivación de la cruel invasión. Incluso cuando acaba de darse a conocer un desesperante pronóstico donde “el hambre está llamando a la puerta”. Somalia está al borde de la hambruna, advirtió el jefe de la agencia humanitaria de la ONU, en un “aviso final” ante un desastre en este país del Cuerno de África azotado además por una sequía histórica.
Los últimos datos disponibles “muestran indicios concretos de que se producirá una hambruna (…) entre octubre y diciembre de este año” en dos distritos del sur del país, los de Baidoa y Buraka, anunció Martin Griffiths, jefe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
Finalmente, las ganancias de la guerra energética de Putin eclipsan el costo del conflicto en Ucrania. Rusia habría ganado más que suficiente con la guerra energética del presidente Putin contra Occidente para cubrir el costo de la invasión de Ucrania, dijeron ayer investigadores. El Kremlin ha recaudado 150.000 millones de euros de las ventas de petróleo, gas y carbón desde que el líder ruso envió tanques al otro lado de la frontera hace seis meses. Mientras, los datos dicen que el gasto en la “operación bélica” oscilan alrededor de los 100.000 millones de euros.
(Con información de Infobae)