Luis Alberto Vázquez Álvarez
“La ambición es el último refugio del fracaso”
Oscar Wilde
En la humana historia, muchos políticos ambiciosos han traicionado a sus pueblos con acuerdos o peticiones a conquistadores esperando obtener beneficios para sí y/o para su casta, pero finalmente han fallado lastimosamente.
En 1806 Napoleón Bonaparte, emperador de Francia decretó el Bloqueo continental que consistía en prohibir a las naciones europeas comerciar con Inglaterra. Portugal no lo respetó y el corso decidió castigarlo. Como por mar no podía, buscó enviar sus tropas a través de España. Manuel Godoy (1767- 1851); el político más poderoso de la España del timorato Carlos IV, a través del Tratado de Fontainebleau autorizó a Napoleón a introducir un gran contingente militar en territorio español con el pretexto de invadir y castigar a Portugal. Napoleón aseguró que solamente usaría a España para transitar y ofreció dividir Lusitania en tres partes. Una de ellas para Manuel Godoy como Príncipe de los Algarves. Lo que realmente ocurrió fue la ocupación francesa de toda la península El príncipe Fernando conspiraba contra ese acuerdo y el pueblo los repudió culpándolos de todos los males. Hubo que luchar, en su propia patria, contra los invasores y soportar por meses un rey francés: José Bonaparte. (Pepe Botellas).
Entonces ocurrió el Motín de Aranjuez (1808), que destituyó a Godoy y a Carlos IV; todo el imperio aceptó a Fernando VII; nació la Constitución liberal de Cádiz; la América Hispana aprovecho esta ocasión para independizarse y el Imperio “donde nunca se ponía el sol” colapsó plenamente. Todo gracias a una traición.
Finalmente, en todos los casos, los colaboracionistas fueron primero repudiados popularmente, juzgados y ajusticiados; en el mejor de los casos desterrados, como ya están saliendo por propia voluntad los “GenZ”, gánsteres que cobran millones en los partidos traidores a la patria quienes reparten el dinero del pueblo que les llega vía recursos electorales.
Los narcoPRIANista insisten en una intervención armada a nuestro país, visitan al dictador naranja para adularlo y llorarle para que nos invada so pretexto del narcotráfico y él está dispuesto, quiere agregar territorios a su poder; como le falló el estado 51 de Canadá, pues lo que caiga, es bueno.
Pero no ven estos ridículos judas que hasta en eso son mediocres; que si hay alguien que sepa traicionar es el ególatra narcisista al que le están pidiendo ayuda. Él traiciono a sus electores con la guerra de Ucrania y, a los propios ucranianos a los que está entregando a Rusia. A su “magas” con el caso del pedófilo que fue su íntimo amigo y proveedor sexual hasta que este mismo tirano gringo lo mandó matar en la cárcel. Luego infamó a su principal aportante económico electoral; a sus abogados del primer período a los que ha querido someter a juicio; a su principal aliada electoral, líder de MAGA y al Che usurpador de Argentina, al que ofreció 40 mil millones de dólares y luego también le falló.
¿Por qué creen que él los apoyará realmente? Parafraseando a Churchill “tendrán el supuesto apoyo, pero perderán el poder finalmente y para siempre toda dignidad”.
También irán con los ultraderechistas de VOX para que convenzan al rey de España que envíe a otro Isidro Barradas a reconquistarnos (1829) y que nos gobierne un Borbón. Ya muy de perdida, que nombre al usurero agiotista evasor de impuestos duque para que pueda ser presidente de México en 2030, lo que sea, con tal de que ellos recuperen sus privilegios, incluso, dispuestos a encender el país como sus bisabuelos en 1864 con Maximiliano; por lo menos ellos tenían el valor de dar la cara y enfrentar consecuencias, no como los ultraconservadores actuales que se esconden tras máscaras negras de jóvenes drogadictos que se venden por unos cuantos pesos… Ahí los espera “La Antenora” (noveno círculo del infierno de Dante).
Más frustrados quedaran cuando también sean apostatados por los medios “deschayotados” y descubran que, aunque sigan publicando mentiras y ataques, de ellos jamás volverá a ser el “Reino del Erario” y cada día les abandonan más sus lectores y auditorio y con ello sus publicistas, cuando ya los gobiernos locales tampoco les “maiceen”, los recursos irán a lo virtual; su final será total y no habrá vuelta atrás.
