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Torreón, Coahuila.- Industrias Peñoles, empresa minero-metalúrgica-química orgullosamente mexicana, también elabora insumos para la agricultura, comoel sulfato de amonio y el sulfato de zinc, empleados en la nutrición de los suelos y el fortalecimiento de los cultivos.
El sulfato de amonio es un fertilizante que aporta nitrógeno y azufre, dos elementos fundamentales para el desarrollo de las plantas. El nitrógeno es un componente clave de las proteínas, aminoácidos y el ADN de las plantas, mientras que el azufre, esencial para la síntesis de vitaminas y enzimas, contribuye a la formación de la clorofila, lo que se traduce en un crecimiento vigoroso y un follaje más saludable. La aplicación de este compuesto asegura que los cultivos reciban los nutrientes necesarios para alcanzar su máximo potencial.
Por otra parte, el sulfato de zinc se ha convertido en un micronutriente indispensable para la salud de los suelos y el rendimiento de las cosechas. Actúa como un catalizador en numerosos procesos metabólicos de las plantas, incluyendo la síntesis de hormonas de crecimiento, la producción de clorofila y la resistencia a enfermedades. La deficiencia de este elemento puede provocar una reducción significativa en la producción y la calidad de los cultivos.
El uso de estos micronutrientes beneficia la productividad, y contribuye a la sostenibilidad a largo plazo de la agricultura. La aplicación controlada de estos productos permite una gestión más eficiente de los recursos naturales, reduciendo la necesidad de expandir las áreas de cultivo.
La labor de Peñoles en el sector agrícola es un testimonio de cómo la minería responsable puede ser un motor de desarrollo en otros campos productivos. Al proveer insumos de alta calidad, la empresa fortalece la cadena de suministro de alimentos en México. El Día Internacional de la Agricultura, celebrado el 9 de septiembre; conmemora la importancia histórica y contemporánea de la esta actividad. Su origen se asocia a la celebración de las cosechas y a la gratitud por la abundancia de la tierra, reconociendo el arduo trabajo de los agricultores. A lo largo del tiempo, la conmemoración ha evolucionado para subrayar la necesidad de la innovación tecnológica, la sostenibilidad ambiental y la seguridad alimentaria global, sirviendo como un recordatorio de que el bienestar de la sociedad está íntimamente ligado a la salud de nuestros campos.