Redacción|LaOtraPlana.com.mx
Lerdo, Durango.– Esta semana, el departamento de Cultura del Agua del SAPAL, en colaboración con el CRECO, CONAGUA y PRO Defensa del Nazas, llevó a cabo una mini feria en el Parque ‘Las Auras’, como parte de las actividades de octubre, Mes del Desierto Chihuahuense.
Este evento, que celebra su XXV edición, reunió a estudiantes de diversas escuelas y a la comunidad educativa en un espacio dedicado a la educación ambiental y la concienciación sobre el uso responsable de los recursos hídricos.
Los asistentes, incluidos invitados y profesores, tuvieron la oportunidad de recorrer las instalaciones del CRECO, donde se llevaron a cabo presentaciones a través del teatro guiñol.
En estas presentaciones, se abordaron las problemáticas de las especies de peces invasores que afectan al Río Nazas, proporcionando información vital sobre la biodiversidad local.
Asimismo, los visitantes pudieron explorar la esfera del CRECO, donde aprendieron sobre las áreas protegidas, y disfrutaron de un recorrido por el serpentario, el jardín botánico, e infografías que ilustran la fauna del Desierto Chihuahuense.
Uno de los momentos destacados de la mini feria fue la participación del cine móvil de CONAGUA, que presentó vídeos informativos sobre el uso responsable del agua. Este recurso audiovisual buscó generar conciencia sobre la importancia de cuidar el vital líquido. Para finalizar el evento, el departamento de Cultura del Agua SAPAL ofreció una muestra sobre los humedales, destacando los diferentes tipos de humedales y su crucial papel en la región.
En La Laguna, Lerdo cuenta con su propio humedal: el Cañón de Fernández, un ecosistema de vital importancia que no solo actúa como hábitat para diversas especies, sino que también contribuye a la regulación hídrica y la mitigación de inundaciones. Este humedal es un ejemplo emblemático de cómo los espacios naturales pueden ofrecer soluciones a los desafíos ambientales que enfrenta la región.
La realización de actividades como esta mini feria es fundamental para fomentar la educación ambiental y la participación ciudadana. Al involucrar a los jóvenes en temas de conservación y sostenibilidad, se cultiva una generación más consciente y comprometida con la protección de su entorno, en busca de que, también, las próximas generaciones puedan disfrutar de los recursos naturales que nos rodean.