• La selección mexicana de futbol se presentó en el TSM con su cuadro alterno, superó 3-0 a Surinam, y se dio el debut de Marcelo Flores, quien se presentó fallando un penal
La Otra Plana.com.mx
Torreón, Coahuila.- La selección mexicana de futbol venció la noche de este sábado, con su cuadro alterno, 3-0 a su similar de Surinam, en encuentro de la Liga de Naciones de la Concacaf, realizado sobre la cancha del Territorio Santos Modelo (TSM) que registró una buen entrada, pero son llegar al lleno.
Aunque el cuadro mexicano fue muy superior su rival, el funcionamiento del plantel plagado de jóvenes que buscan un lugar en el grupo que acudirá al Mundial de Quatar, dejaron mucho qué desear ante un público que se entretuvo vitoreando al arquero lagunero Carlos Acevedo, en pedir el ingreso del juvenil Marcelo Flores, y la salida del técnico Gerardo Martino. El grito de ‘fuera el Tata, fuera el Tata’, se escuchó en varios momentos del encuentro.
Israel Reyes fue el encargado de poner a funcionar el marcador muy temprano en el partido, al aprovechar un rechace dentro del área rival.
Si bien los mexicanos impusieron condiciones en la cancha, mostrando una superioridad técnica y futbolística, mostraron también muchas deficiencias en el último tercio de la cancha, sobre todo al momento de intentar definir.
Ante las fallas en el ataque, un error del rival le permitió a los tricolores aumentar la cuenta a los 39 minutos, cuando Shaquille Pinas cometió una falta sobre Diego Lainez dentro del área. Henry Martin ejecutpo y anotó el penal.
Después de la insistente petición de la afición lagunera, el técnico decidió hacer ingresar a la cancha a Marcelo Flores que se vio muy voluntarioso pero con muy poca efectividad, e incluso dejó escapar la oportunidad de presentarse con una anotación, cuando cobró el penal que le fue detenido por el arquero Warner Hahn.
Erick Sánchez al minuto 94, fue el encargado de poner el 3-0 definitivo con un disparo de larga distancia.
Tras el silbatazo final, Marcelo Flores estalló en llanto por la falla que tuvo desde el punto penal, apenado por el gran apoyo que en todo momento recibió de la afición lagunera, aún después de su falla.
