‘Los activos invisibles‘
Sergio Arévalo
Si esta taza fuera de cafetería, digamos que estuvo un buen tiempo en la repisa, ya estaba agarrando polvo, casi casi en el rincón como la muñeca fea de Cri-cri pero va en búsqueda de volver a estar en la mesa acompañada de una agradable conversación compartiendo de lo nuevo o no tan nuevo que se puede encontrar en las olas de la cultura. Con un café caliente casi al borde de escaldar algunas lenguas.
No es novedad señalar que los libros con temática de superación personal, espiritual o relacionado con las finanzas ocupan los primeros lugares de ventas en más de una editorial. Además de un “boom” de escritoras y escritores expertos en las áreas o que tratan de llegar a serlo o vendernos que lo son. Es entre esta oferta de lectura donde encontramos “Los 7 activos invisibles” de Moris Dieck.
Y no, no es un chiste de doble sentido para la comunidad lgbt+. Se trata del segundo libro de Moris Dieck, donde nos reta a reflexionar que somos más ricos de lo que creemos, pero que no nos hemos dando cuenta de ello. Mostrándonos que la riqueza no es cuestión solo económica, sino que va más allá de la cartera. Donde a través de las páginas conversa sobre cómo él lo descubrió, cómo le ayudaron a impulsar su riqueza financiera y cómo uno también lo puede hacer.
Tal vez usted como otros diga…oye, pero quiénes ese Moris. Dieck se auto presenta como “Soy consultor de negocios y un apasionado de las finanzas y la economía”, cuenta con un podcast bastante interesante titulado “Dimes y billetes”, su primer libro “El inversionista de enfrente”, además de ser conferencista y reconocido asesor financiero. Además de tener un “ligero” escandalo al acompañar a Samuel García en su gira por Europa. Pero esto no es el tema de hoy, volvamos al libro.
El libro se divide en quince capítulos. Que a la vez nosotros podemos dividir en tres partes. La primera es la presentación y justificación de la creación del libro en donde el autor busca que el lector analice y reflexione sobre cómo le puede ser útil lo que está leyendo. Después empezamos con la parte de los siete activos invisibles: dones y habilidades, el conocimiento, las relaciones, la actitud, la salud física y mental, el espíritu y el tiempo. Sin ánimos de spoilear, solamente para conocer un poquito más para conocer el libro.
En la última parte se cierra con reflexión y conclusiones. Algo atractivo de este libro es que Dieck no se limita a dar conceptos y platicar sus experiencias. Durante todo el texto vienen una serie de ejercicios que el lector puede ir realizando para conocer más sobre en qué nivel están o cómo se encuentra su relación con el activo del cual se está hablando. Lo que resulta didáctico y creo fortalece la parte de aplicar el conocimiento que se encuentra compartiendo.
Para aquellas personas interesadas en el mundo de las finanzas, en convertirse en asesores en distintas áreas o simplemente en conocerse más a sí mismos es un libro que seguramente van a disfrutar y que puede quedarse en su librero con la finalidad de leerse más de una vez y realizar los ejercicios en distintos momentos de su vida. El autor en ningún momento pareciera sentirse superior o creerse más que el lector, cosa que se agradece, además de no sentirse que te está tirando puro “choro”, sino que es un texto con la finalidad de compartir conocimiento y experiencias.
Ante de terminar esta taza, en Coahuila hubo una noticia que sacudió libreros y letras. La Feria del Libro se desarrollará a finales de abril y principios de mayo. Sí, no hace mucho que se vivió la emisión pasada, vaya, no ha transcurrido el año y parece que la fiesta de las letras no tiene unas fechas tradicionales como algunas otras en el país, pero veamos el lado amable. Pese a los ajustes económicos que se pueden dar en distintas áreas, seguimos con esta Feria Internacional del Libro que debe ser orgullo para las y los coahuilenses, seguramente tendremos a Mafalda y a Gaturro entre los pasillos de la UAdeC al ser Argentina el país invitado.
“Los días más importantes de tu vida son el día en que naces y el día que descubres para qué”. Moris Dieck