Para levantar la temperatura
Hay mucho material erótico en la plataforma Netflix, de variada calidad y de distintas nacionalidades, centradas la mayoría de ellas en el tema del sexo, la dominación o la autoafirmación sexual. En el actual panorama no está de más echar un vistazo a lo que este gigante del streaming nos brinda en materia de películas calientes que, lógicamente, están orientadas para un público maduro y dispuesto a ampliar sus esquemas en materia de conquista y deseo del objeto amado
Víctor Bórquez Núñez
Resulta curioso que cuando vemos películas con alto contenido erótico, nos sintamos generalmente incómodos, a diferencia de la exhibición casi pornográfica de la violencia que, sin asco, muchas veces es solamente una manera morbosa de vender entradas. Dicho en otras palabras, parece que el sexo es un tema del cual la mayor parte de los espectadores se avergüenza en oposición a la violencia desatada que muchos disfrutan y aplauden.
Si hacemos un recorrido breve y desordenado, nos daremos cuenta de inmediato que el nivel de censura es altísimo en materia de películas con contenido sexual en comparación con películas de violencia explícita. Una anécdota para los espectadores chilenos la constituye el mítico filme “El último tango en París” que estuvo censurado casi 20 años y obligó a toda una generación de cinéfilos a viajar a otros países para poder apreciar esa película que, después, permitida su exhibición, estaba en cualquier videoclub de la época a disposición de cualquiera.
Esta reseña pretende, de manera muy acotada, reivindicar el erotismo en el cine, considerándolo como una manera específica de expresión, dejando en claro que en la plataforma de Netflix no están todas las obras que debieran ni mucho menos los auténticos clásicos del cine en materia sexual. No obstante, hay algunas que aquí reseñamos que, aparte de ser entretenidas, soportan un análisis en materia de cómo los realizadores conciben la sexualidad en estos días, viajes en donde hay mucho tema para discutir en materia de gustos, deseos y variaciones.
Desde luego, en esta plataforma hay algunos filmes -a estas alturas convertidos más en mitos que en clásicos- como “Instinto Básico”, ese célebre trabajo de Paul Verhoeven que alteró a toda una generación con un simple cruce de piernas en la lejana década de los 90 o la sobrevalorada “Juegos salvajes” de John McNaughton, que logra mantenerse a flote solo por su erotismo desbordante, inédito para la época en que fue concebido.
En materia de géneros hay de todo, desde dramas hasta comedias, pasando por películas en donde el sexo se piensa, se habla y se practica de la misma manera. Lo importante es que cada una de ellas logra que el espectador se convierta en parte de una intimidad que a algunos (a muchos) altera y provoca.
Hay filmes interesantes en que el sexo se entremezcla con las condiciones sociales actuales, como sucede con “Newness”, de Drake Doremus, una cinta que explora el sexo uniéndolo con el poder de las redes sociales y la era de la tecnología, y también retratos de sexualidades fuera de la norma como es el caso de “Duck Butter” de Miguel Arteta o la cinta chilena “Joven y alocada”, de Marialy Rivas.
Sobra comentar que en el listado del catálogo de Netflix hay películas que son un verdadero atentado contra las libertades y derechos alcanzados por las mujeres, como sucede con la para nada estimulante “50 sombras de Gray”, donde la mujer es simplemente un objeto de deseo o la muy enervante “365 días” de Barbara Bialowas, peligrosa en la manera en que hace del abuso sexual de la protagonista un acto romántico, tema que insiste su secuela “365 días: Aquel día”, lejos entre lo peor de este año en las películas originales de Netflix.
Pero, en contrapartida, hay filmes frescos, entretenidos y alocados como la muy divertida comedia “Kiki, el amor se hace”, de Paco León, que expone las filias sexuales más originales a las que convierte en material ideal para celebrar festiva y positivamente todo lo concerniente a placeres del sexo.
Aquí el listado de las películas eróticas que permanecen en Netflix, ordenadas de peor a mejor para que no se sienta estafado en un viaje que, al menos, siempre resultará emocionante y caliente.
365 días: Aquel día (Barbara Bialowas, 2022)
Si la original era mala, sexista y contra los tiempos que corren, esta secuela es peor, aunque tiene una cuota de sexo y erotismo que dejará feliz a quien solo busca un entretenimiento barato. Este filme está basado en las novelas de Blanka Lipinska (que es coguionista), la película arranca con la boda de los protagonistas, Massimo (Michele Morrone) y Laura (Anna Maria Sieklucka), da paso a sesiones maratonianas de sexo durante su luna de miel hasta llegar al deterioro de la relación, producto de la rutina que sigue y a que Massimo está más preocupado por sus deberes con la mafia que dirige, lo que se verá agravado cuando aparezca Nacho (Simone Susinna), el nuevo jardinero de padres españoles.
Donde caben dos (Paco Caballero, 2021)
Un elenco plagado de estrellas del cine español (Ernesto Alterio, Raúl Arévalo, Luis Callejo, Anna Castillo, Pilar Castro, Álvaro Cervantes, Carlos Cuevas, Verónica Echegui, Miki Esparbé, Ricardo Gómez, María León, Melina Matthews, Ana Milán…), el empleo de todos los elementos frescos de la comedia erótica y una cantidad enorme de problemas y querencias particulares (relaciones monótonas, necesidad de exploración, desesperación sexual…) que se reúnen en un mismo club donde la sensualidad está a la orden del día. Todo ello asegura al menos risas y erotismo en cuotas perfectamente dosificadas.
Cincuenta sombras de Grey (Sam Taylor-Johnson, 2015)
La novela de E.L. James llegó a la gran pantalla (y luego dos secuelas de mal en peor: ‘Cincuenta sombras más oscuras’ y ‘Cincuenta sombras liberadas’, respectivamente), con un despliegue publicitario increíble lo que contribuyó a su éxito en la taquilla, aun cuando las críticas la destrozaron. Dakota Johnson interpreta a Anastasia Steele, virginal estudiante de literatura inglesa que conoce a un poderoso empresario, Christian Grey (Jamie Dornan), un tipo que practica el sexo fuerte, con juguetes, látigos y piezas secretas, material que -era que no- elevó la imaginación de muchos espectadores en el mundo.
Duck Butter (Miguel Arteta, 2018)
Esta película de Miguel Arteta explora el tema de mujeres que, sin éxito en el amor, deciden experimentar durante un día completo con su cuerpo y su intimidad…sin ponerse ni un solo límite, lo que convierte este filme en una experiencia intensa y con un material ideal para discusiones en una fiesta de adultos.
Homesick (De Naermeste) (Anne Sewitsky, 2015)
Esta película escarba en un tema casi prohibido en el cine: el incesto. Se trata de una película noruega muy interesante dirigida por Anne Sewitsky, cuya protagonista es una veinteañera que conoce por primera vez a su hermano, mayor que ella, y descubre que le provocado un intenso deseo sexual que desde luego es fuerte y de marcada sexualidad no apta para espectadores pudorosos.
Joven y alocada (Marialy Rivas, 2012)
Esta es una película chilena referida al cómo es tener un despertar sexual en la adolescencia, pero siguiendo rutas diferentes a las establecidas por la sociedad. Su protagonista es Daniela, de 17 años, cuya familia es evangélica y conservadora. Ella sufre porque se debate entre los valores que le han inculcado y los impulsos que poco a poco se hacen más intensos, especialmente su atracción hacia otra mujer.
365 días (Barbara Bialowas, 2020)
Habiendo advertido que su contenido es machista, políticamente incorrecto y tóxico, ninguna persona puede señalar que sus escenas de sexo son explícitas, de larga duración y con elementos diferentes de los habituales. Si eso es lo que busca, esta película le dará plenamente en el gusto. El protagonista de esta película secuestra a una mujer porque sabe que es el amor de su vida y sabe, también, que en menos de 365 se enamorará de él. Eso, claro, después de someterla a toda clase de actos que ha despertado las iras de las feministas que ven en este filme un retroceso de la manera en que el cine ha visualizado a la mujer y su sexualidad.
Kiki, el amor se hace (Paco León, 2016
Deliciosa comedia, debe figurar entre lo más inteligente y divertido que tiene Netflix en su catálogo, mostrando las aventuras más locas, eróticas y festivas del reciente cine español. Dirigida por Paco León, este filme es una comedia coral de gran intensidad y que refiere a las variadas filias sexuales. Todos sus méritos se deben también a un elenco de lujo: por Belén Cuesta, Natalia de Molina, Álex García, Candela Peña, Luis Callejo, Luis Bermejo, Alexandra Jiménez y más. Imperdible.
White Girl (Elizabeth Wood, 2016)
Aquí hay una intensa película aclamada por la crítica especializada, escrita y dirigida por Elizabeth Wood, definida por The Hollywood Reporter como «sórdida, estremecedora y endemoniadamente sexy». Estuvo en competición oficial en el Festival de Sundance, cuya historia sigue a una universitaria de juerga por Nueva York, en busca de droga y emociones fuertes, y que de pronto encuentra algo auténtico a lo que aferrarse. Para algunos se trata de una película ideal para retratar el deterioro de una cierta juventud en el mundo actual.
Newness (Drake Doremus, 2017)
Con críticas divididas, este filme es plenamente erótico en donde dos jóvenes de Los Ángeles se enfrentan a su deseo y a las redes sociales que actúa como un elemento desestabilizador para los muchos encuentros sexuales. Protagonizan Nicholas Hoult y la catalana Laia Costa.
Porno para principiantes (Carlos Ameglio, 2018)
Estupenda comedia latinoamericana situada en los años 80 en torno a un cineasta amateur al que se le ofrece la posibilidad de rodar con una famosa pornostar la que se convertiría en la primera película pornográfica de la historia de Uruguay. Todo lo que se puede contar de este filme que sorprende con el tratamiento de un tema casi inédito en las pantallas de esta parte del mundo.
@VictorBorquez
Periodista, escritor y Doctor en Proyectos de Comunicación