miércoles 17, septiembre, 2025

Un Grito por las mujeres de México

José Luis Carrillo Ramos

Lo que inició un 16 de septiembre de 1810 y culminó un 27 del mismo mes de 1821; para librarnos del dominio español, ha dejado de ser un simple y profundo Viva México, para convertirse en una tribuna masiva usada por los presidentes en turno, para reafirmar sus estilos e intereses de Gobernar.

Se sigue cuidando el acto protocolario inicial, al reconocer a aquellos mexicanos que durante once años dieron la batalla y ofrendaron su vida en aras de lograr la Independencia de México.

Sin embargo, antes del clímax, de las arengas principales que dan por terminado el evento protocolario y previo a levantar la Bandera Mexicana y tocar la famosa campana de Dolores, los mandatarios y ahora la mandataria Claudia Sheinbaum Pardo, saben aprovechar el exacerbado ánimo de las miles de personas, que llenan el Zócalo Capitalino.

Desde el famoso «Viva el Tercer Mundo», de Luis Echeverria Álvarez, pasando por el comentado «Viva nuestra soberanía, Vivan nuestras Libertades, México, ha vivido, México vive y México vivirá» de José López Portillo, hasta el peculiar estilo de Ernesto Zedillo, mismo que primero tocaba la campana, antes de iniciar las proclamas.

Vicente Fox Quezada, quien en su último año de Gobierno rompió la tradición histórica, para darlo en Dolores Hidalgo, Guanajuato, exactamente afuera de la histórica parroquia.

Pero no se vayan con la finta, ya que NO es que al famoso «hombre de las botas y sombrero» y ex director de Marketing de Coca Cola, le haya llegado el amor por México, sino que el Zócalo se encontraba tomado por simpatizantes del entonces ex candidato perdedor, Andrés Manuel López Obrador.

Ahora, que muchos piensan que la presidenta Sheinbaum Pardo, ha sido la primera en contar con una escolta que enarbolaba la Bandera de México, integrada totalmente por mujeres, conviene recordar que lo mismo sucedió en 2017, cuando el entonces presidente Enrique Peña Nieto, lo hizo con cadetes mujeres de la Heroica Escuela Naval Militar.

El Grito de Independencia, se ha celebrado de manera casi ininterrumpida, en el Zócalo de la Ciudad de México, salvo en ocasiones especiales, como en el 2010, a celebración del Bicentenario o en 1822, cuando en señal de luto por los caídos durante la Guerra de Independencia se canceló.

O en 1847, cuando México se encontraba sometido por el ejército de los Estados Unidos, quienes irónicamente argumentaron que su invasión fue para garantizar nuestras libertades.

Actualmente, el Grito del pasado 15 de septiembre, sirvió para reforzar lo que estamos viviendo y algunos se niegan a aceptar.

¡Es tiempo de Mujeres!

No vimos a un hombre con una mujer de su brazo, vimos a una Presidenta acompañada de un «Primer Caballero», Jesús María Tarriba, cruzar los salones del Palacio Nacional, con una escasa asistencia.

Lejos quedaron aquellos famosos Gritos Presidenciales en los que abundaban los «invitados especiales» personajes ligados a la farándula, al deporte, al empresariado o a la grey religiosa.

Antes había dos tipos de fiesta, la de adentro del Palacio Nacional y la del Zócalo Capitalino; cada una con sus invitados mexicanos, iguales, pero diferentes; ahora la fiesta estaba afuera y nada más.

La noche del 15 de septiembre hasta a la Corregidora de Querétaro le quitaron el apellido de casa, ahora fue solamente Josefa Ortiz Téllez-Girón, mientras que también lanzó vivas a otras mujeres destacadas en la Lucha de Independencia, como Leona Vicario, Gertrudis Bocanegra, y Manuela Medina «La Capitana».

La Mandataria Mexicana tocó la campana durante 33 ocasiones mientras que las veinte arengas hechas por la Presidenta las hizo de memoria, ya que no fue necesario tener nada escrito a la vista

Cada quien se ha encargado de que el famoso «Grito de la Independencia», celebre sus intereses principales, sin soslayar el motivo principal.

Vaya, se ha convertido en un evento estratégico de Propaganda Política, aprovechando el reconocimiento histórico.

Lo que se vivió en México, fue la reafirmación de que vivimos momentos dé y para las mujeres…

¡Aunque muchos sigan sin escuchar y menos sin entender!

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