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Madrid.- La comunidad internacional está de nuevo en vilo por la seguridad de la central nuclear de Zaporiyia, en el centro sur de Ucrania, actualmente ocupada por los rusos pero que también está sufriendo ataques de las tropas ucranianas. La ONU advirtió que cualquier ataque contra centrales nucleares sería «suicida».
El viernes pasado se produjeron varios ataques contra la central nuclear, la más grande de su tipo en Europa. Tanto Moscú como Kiev se acusan mutuamente de poner en riesgo la seguridad de la instalación; de nuevo vuelve el temor a una catástrofe nuclear a Ucrania, como ya sucedió en los primeros días de la invasión rusa, cuando la central fue ocupada por éstos.
En su mensaje de vídeo diario, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, arremetió contra Rusia al insistir en que «los ocupantes crearon otra situación extremadamente peligrosa para toda Europa».
El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió hoy en Japón que cualquier ataque a una planta nuclear es «una misión suicida».
El secretario general expresó su apoyo total al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) en sus esfuerzos por estabilizar la planta de Zaporiyia y tener acceso al recinto para ejercer su mandato.
Guterres dijo que tras décadas de esfuerzos de desarme nuclear, el mundo está “yendo hacia atrás” y señaló que ya existen 13 mil bombas nucleares, además de una enorme inversión para modernizar los arsenales atómicos. “De modo que es hora de decir: Deténganse”.
Mientras los ucranianos denuncian el «chantaje» ruso por la amenaza contra la planta nuclear, los rusos piden presionar a Kiev para que cesen los ataques contra Zaporiyia.
Cómo es la central nuclear Zaporiyia
La central nuclear de Zaporiyia está bajo control de Rusia prácticamente desde los primeros días de su campaña militar en Ucrania, si bien sigue siendo dirigida por técnicos ucranianos. El pasado 7 de junio, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, aseguró que funciona con normalidad.
Dotada de seis reactores tipo WWER-1000 y una potencia total de 6000 MW, es la principal proveedora de electricidad de Ucrania con una generación de entre 40 mil y 42 mil millones de kWh de electricidad, lo que representa una quinta parte de la producción anual del país y la mitad de toda producción de las cuatro centrales nucleares ucranianas.
Situada en la zona esteparia de Ucrania, a orillas del embalse de Kakhovka, en 1981 comenzó su construcción que se llevó a cabo por etapas. Entre 1984 y 1987 se pusieron en marcha cuatro unidades de potencia. La quinta comenzó a operar en 1989 y la sexta en 1995 tras el levantamiento de la moratoria sobre la construcción de instalaciones nucleares en Ucrania.
En 2000, la de Zaporiyia fue reconocida como una de las tres mejores centrales nucleares del mundo por cumplir plenamente con los requisitos del OIEA.
Fue la primera de las centrales ucranianas provista de una instalación en seco de combustible gastado in situ. Cuenta con 80 contenedores, aunque su diseño está realizado para albergar 380 con capacidad para almacenar los elementos combustibles irradiados durante toda la vida útil de la central.
La central también está diseñada con el sistema de información y medición y un sistema de vigilancia que abarca un radio de 30 kilómetros.
Según datos del OIEA, Ucrania tiene cuatro centrales nucleares situadas en Rovno, en el noroeste, Jmelnitski y Zaporiyia, ambas en el sureste del país, y otra denominada Ucrania del Sur.
En conjunto disponen de 15 reactores con una capacidad para producir 13 mil 835 megavatios.
En febrero de 2022, con motivo de la invasión de Ucrania por parte de Rusia aumentó la preocupación por si estas instalaciones eran atacadas durante la guerra que se desató en tanto que los especialistas apuntaron a la alta dependencia que tiene Ucrania de la energía nuclear.
Esto finalmente ocurrió el 4 de marzo con un ataque contra la central de Zaporiyia, que el OIEA atribuyó a un proyectil ruso.
En este sentido, el organismo atómico propuso entablar negociaciones para lograr un acuerdo entre Kiev y Moscú que garantizase la seguridad de las centrales nucleares.
(Con información de El Universal)