Contradicciones de la democratización mexicana
Jorge Torres Castillo
Cursaba el segundo grado de secundaria en el glorioso Instituto “18 de Marzo” en 1962 cuando, por primera vez, platiqué de política con el Dr. Gustavo Elizondo Villarreal, quien tiempo después sería dirigente municipal del PRI y luego alcalde de Gómez Palacio.
Le confié mi sentir:
— No comulgo con la corrupción, los cacicazgos ni las prácticas nocivas de su partido.
— No —me dijo—. Debes saber que el PRI es el partido en el poder; el PAN, un partido de oposición y conservador; el Partido Comunista es marginal —precisó—, mientras que el PARM y el PPS son partidos minoritarios y satélites del partido oficial. Si quieres hacer política trascendente, tienes que militar en el partido dominante, fundado por Plutarco Elías Calles en 1929, después del asesinato del presidente Álvaro Obregón, para transitar de un “gobierno de caudillos” a un “régimen de instituciones”.
Más adelante, en 1963, fui electo presidente de las Juventudes Revolucionarias en Gómez Palacio y, en 1964, asumí la presidencia de la Sociedad de Alumnos de mi escuela. Hice mi licenciatura en la UNAM y regresé a mi tierra en 1970, con el propósito de convertirme en alcalde, un sueño que se estrelló contra las prácticas corruptas de la política real, donde prevalecían el cacicazgo, la simulación y un sistema político autocrático.
Después de 17 años de militancia leal, renuncié a ese partido y me integré a la Corriente Democrática impulsada por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. Junto con ellos, fundamos el PRD el 5 de mayo de 1989. Fui dirigente estatal, consejero y miembro del Comité Ejecutivo Nacional. Sin embargo, me tocó vivir el bloqueo a la carrera de Muñoz Ledo en su aspiración de ser candidato presidencial en 1994 y en el año 2000. Finalmente, fue postulado por el PARM en una candidatura testimonial tras renunciar al PRD, una decisión que acompañamos un puñado de mexicanos convencidos de la necesidad de una auténtica alternancia democrática y del talento político de Porfirio Muñoz Ledo.