«La prudencia es la virtud que permite deliberar correctamente sobre lo que es bueno y conveniente para la vida.» Aristóteles,
La prudencia política se refiere a la capacidad de actuar con sensatez, moderación y cálculo en el ámbito gubernamental, especialmente en momentos de crisis o decisiones trascendentales optado por diálogo, diplomacia y reformas estructurales en lugar de respuestas militares o autoritarias.
Los emperadores romanos siempre antepusieron el poder de sus legiones a cualquier acuerdo amistoso, el “mundo bárbaro” como ellos llamaban a todo lo que estaba fuera de sus fronteras, separado por distancias, lenguas y hasta intereses étnicos no podía presentarle a Roma resistencia alguna, todos eran vasallos y su desobediencia se castigaba con “Sal y Fuego”, es decir, se destruían sus ciudades hasta los cimientos y se araban sus tierras de labor con sal para que nunca volvieran a florecer, Tal vez la única excepción fue el emperador Marco Aurelio (121 – 180 d.C.) quien enfrentó constantes conflictos militares y políticos sin decisiones impulsivas. priorizando la estabilidad del imperio y la protección de sus ciudadanos y manteniendo con moderación una actitud filosófica y reflexiva, en lugar de buscar la gloria personal.
El dictador naranja que hoy gobierna los Estados Unidos de América constantemente agrede a propios y extraños, zanjea acuerdos positivos de convivencia humana y económica y destruye con sus palabras y actitudes dignidades y tranquilidades, empujando al mundo y a naciones a abismos militares lo mismo que de miseria. Esta misma semana se atrevió a decir: “México y Canadá “hacen lo que les decimos que hagan”
Desde luego que en ambos países hubo reacción de sus ciudadanos, en el norteño casi todos actuaron con dignidad y apoyaron a sus dirigentes nacionales, en el nuestro, solamente quienes gozamos de vivir con dignidad reaccionamos negativamente, en cambio los prianistas y demás conservadores, aplaudieron esas palabras y se alegraron, insistiendo en invitarlo a que venga a invadirnos, para ver si así recuperan el poder político que por décadas los enriqueció a ellos y pauperizó al pueblo trabajador y sumió en la miseria a la nación tras haber entregado a extranjeros todas las riquezas naturales.
El gobierno mexicano obedeció esa sentencia de filosófica moral y con marca actitud ética respondió que “En México, el pueblo manda” evitando caer en discusiones con el tirano narcisista y con los traidores que ya sueñan que seamos colonia de USA. Pronto llegará para todos ellos “Cerro de las Campanas 2.0”.
Sin embargo, vale la pena preguntarnos, ¿Tiene límites la prudencia? Una vez más recurrimos al estagirita que en la ética a su hijo Nicómaco escribió: “El prudente es aquel que sabe discernir lo que conviene hacer en cada circunstancia.» Y descubrimos que así se está actuando, pero también se requiere que la contraparte entienda esta actitud y asuma una responsabilidad inteligente; lo que sabemos y tememos es que quien no respeta a las niñas menores y como buen pederasta abusa de ellas, lo mismo hará con el resto de las naciones del mundo, incluido México.
Entonces: ¿Habrá llegado el momento de mudarnos a los BRICS? La tentación es muy fuerte, tanto como el riesgo de hacerlo, ¿Valdrá la pena intentarlo? ¿Deberemos primar la dignidad nacional a la economía dependiente? ¿Estamos listos para buscar nuestra independencia económica y moral?
La hora de volver a escuchar al pueblo ha llegado…