domingo 24, noviembre, 2024

PRI propone acceso a armas, pese a evidencia de que generan más violencia y muertes

LaOtraPlana.com.mx

Pese a que existe evidencia de que el acceso a armas de fuego aumenta la violencia, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, anunció que propondrá modificar la ley para que las familias en México tengan acceso a armas de mayor calibre, y con ello “puedan proteger su casa, su negocio y sus vidas”.

 

“Nuestra prioridad debe ser la gente honesta y que el crimen organizado sepa que la gente se va a defender ante las agresiones y ante el riesgo que ellos generan”, justificó.

Pero más allá de la polémica que el líder del PRI reconoció generaría dicha propuesta, hay datos y estudios que confirman que el acceso a armas no disminuye los asesinatos ni otras formas de violencia. Por el contrario, las incrementa. 

Por lo “absurdo” de la propuesta, especialistas entrevistados por Animal Político consideran que ésta ni siquiera llegará al Senado y se trata, más bien, de “una forma de desviar la discusión dada su desastrosa gestión como presidente del PRI”, según dijo Javier Oliva, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. 

“A mí me parece que es una muy mala idea y no le prestaríamos tanta atención sino por lo extravagante de la propuesta. No cuenta con bases jurídicas, estudios de comparación, ni mucho menos”, señala. 

Para Frida Ibarra, directora de incidencia en México Unido Contra la Delincuencia, la propuesta de “Alito” Moreno, si se concretara, “sería una forma de seguir aumentando la violencia del país, en lugar de pacificarlo”. 

“Esta propuesta que presenta el PRI como un intento ahogado de resucitar en el debate público, es simplemente una propuesta que no tiene sustento en la evidencia. Necesitamos propuestas estructurales y serias que no flexibilicen sino que nos digan cómo controlar todas las armas que llegan desde Estados Unidos, y cómo podemos evitar que terminen en el crimen organizado”, destaca Ibarra. 

Homicidios 

Según el dirigente del PRI, “es momento de que las personas y los ciudadanos puedan defender su casa, su negocio, su cuadra, su colonia, su familia, porque los están asesinando de manera impune”.

Pero la evidencia disponible indica, que contrario a lo que afirma Moreno, donde hay más armas hay más homicidios.

De acuerdo con datos del INEGI a 2020, en México el 69.7% de todos los homicidios estuvo relacionado con disparos de armas de fuego, mientras que en el caso de Estados Unidos, donde las armas están permitidas, estas estuvieron involucradas en el 78.8% de los asesinatos, según los Centros para el control de enfermedades de Estados Unidos (CDC).

Frida Ibarra señala que de acuerdo con el Atlas de homicidios de 2020, las armas de fuego fueron el medio más utilizado para ocasionar la muerte de una persona. 

Ese año se contabilizaron 25 mil 212 homicidios con armas de fuego, según el Atlas de MUCD, lo que representa el 71% de todos los homicidios a nivel nacional, proporción que fue en aumento desde 2014.  

Y la  evidencia va más allá, con estudios al respecto. 

Por ejemplo, un informe de Johns Hopkins Center for Gun Violence Solutions encontró que los jóvenes menores de 30 años tenían casi 10 veces más probabilidades de morir por un arma de fuego que por COVID-19 en 2020. 

El año 2020 también vio un número récord de ventas de armas. El mismo informe cita una investigación que encontró que casi el doble de estas nuevas armas aparecieron en las escenas del crimen en 2020, que en 2019.

Otro ejemplo es esta revisión documental realizada por investigadores del Centro de Investigación de Control de Lesiones de Harvard. Encontraron que: 

“Los estudios de casos y controles, las series temporales ecológicas y los estudios transversales indican que en los hogares, las ciudades, los estados y las regiones de los EE. UU., donde hay más armas, tanto los hombres como las mujeres corren un mayor riesgo de homicidio, particularmente homicidio con arma de fuego”.

Esta otra investigación liderada por David Hemenway —disponible en Pubmed—, se analizó la relación entre el homicidio y la disponibilidad de armas utilizando datos de 26 países desarrollados de principios de la década de 1990.

De ese modo se encontró que “en 26 países de altos ingresos, existe una asociación fuerte y estadísticamente significativa entre la disponibilidad de armas y las tasas de homicidio”. 

Por lo que concluyeron que “en los países desarrollados, donde hay más armas disponibles, hay más homicidios” .

Datos del FBI citados por CNN muestran que los homicidios se llevan a cabo cada vez más con armas de fuego en Estados Unidos.

Según estas cifras, alrededor del 77% de los homicidios reportados en 2020 fueron cometidos con un arma, frente al 74% en 2019. 

“No hay una base de datos federal de ventas de armas, pero otros estudios independientes encontraron que las ventas de armas se dispararon durante la pandemia de Covid-19”, señalan.

Violencia 

Y el aumento de homicidios no es el único problema que podría incrementarse, sino también la violencia en general. 

“Sí hay elementos que permiten señalar que en ciertos contextos la alta disponibilidad de armas es un factor que cataliza situaciones violentas”, dice un artículo realizado por el investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Carlos A. Pérez Ricart, que se publicó este año en una edición de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.

El mismo texto señala que aunque no se trata de una asociación tan simple, en algunos contextos el mayor acceso a armas aumenta los homicidios y la violencia. 

“Hay buenas razones para argumentar que en zonas de tránsito o cultivo de drogas ilegales la mayor circulación de armas cataliza situaciones violentas”, señala.

De hecho, Pérez Ricart señaló que de acuerdo con los artículos publicados en el texto Gun Trafficking and Violence: From the Global Network to The Local Security Challenge —que editó junto con Eugenio Weigend Vargas, David Pérez Esparza—,  “no hay casos en que países se hayan vuelto menos violentos a partir de esquemas de armas más permisivos”. 

En 2020, Eugenio Weigend y  David Pérez publicaron un artículo disponible en la plataforma Scielo, en donde analizaron si México debería adoptar políticas de armas permisivas.  

Concluyeron que: “las armas no tienen un efecto disuasorio sobre la violencia y, de hecho, pueden provocar más muertes por armas. Por lo tanto, con base en los resultados de los EE. UU., no hay evidencia para respaldar la hipótesis de que más armas de fuego tendrían un efecto disuasorio en México”.

Suicidios 

La evidencia hasta ahora también muestra que el acceso a armas puede aumentar el número de suicidios. Según los CDC hubo armas de fuego en el 53 % de todos los suicidios en el 2020, lo que ha significado un aumento en las tasas de suicidios con armas de fuego en algunos grupos.

De acuerdo con una investigación de la Universidad Norbert Wiener, Perú, el suicidio por arma de fuego es uno de lo métodos más letales y de uso frecuente en niños, adolescentes y adultos mayores.

“Las investigaciones también indican que las personas que tienen experiencia en el uso de un arma, experimentan mayor valentía ante la muerte, más tolerancia al dolor y los intentos de suicidio, lo que podría sugerir la relación de estos conceptos con estas personas, o que, quienes sienten menor miedo a la muerte y mayor tolerancia al dolor, son más propensas a utilizar métodos más letales, como las armas de fuego”, explica.

De acuerdo con el estudio de Johns Hopkins Center for Gun Violence Solutions, en 2020 “las personas de 75 años o más tenían el mayor riesgo de morir por suicidio con arma de fuego, con una tasa de suicidio con arma de fuego dos veces mayor que el promedio nacional”.

Violencia de género

Ibarra destaca, que de acuerdo con un estudio de Intersecta, en promedio 10 mujeres son asesinadas al día en México; a seis de ellas las mataron con armas de fuego; mientras que a cinco de cada 10 mujeres trans las asesinaron de la misma forma. 

“En la actualidad, las armas de fuego son las protagonistas de los asesinatos de mujeres: en 2006, tres de cada 10 mujeres perdían la vida de esta forma, ahora son seis de cada 10; y hay estados, como Colima y Guanajuato, donde son casi ocho de cada 10. El cambio se asocia con la transformación de la estrategia de seguridad pública y la intensificación de la militarización en nuestro país desde el gobierno de Felipe Calderón”, señala el informe.

“El arma blanca y la asfixia eran las formas tradicionales en las que las mujeres eran asesinadas en el país y claramente se ve un cambio en la dinámica de la violencia en México a partir de la guerra contra la drogas y la militarización”, dice Ibarra.

María Alejandra Otamendi, investigadora de la Universidad de Buenos Aires, también señaló en un estudio disponible en la plataforma Scielo que “la perspectiva de género permitió identificar que las armas de fuego son el medio más utilizado para cometer femicidios en Argentina, incluso en los casos en los que el femicida se suicida. En estos femicidios-suicidios, se advierte la participación de miembros activos o retirados del sector seguridad, quienes utilizarían las armas reglamentarias provistas por el Estado para cometerlos”.

“La violencia familiar puede llegar a temas de feminicidio. Al final las mujeres no estamos seguras ni en el hogar ni en la calle, y poner armas de fuego en todas partes de manera irrestricta son un problema para la seguridad de nosotras”, destaca Ibarra. 

Tiroteos 

Quizá el ejemplo más cercano de las consecuencias de una legislación laxa en cuanto al acceso a armas es Estados Unidos, donde se reportaron 1,624 tiroteos masivos en 1,870 días. Casi uno diario. 

The Guardian documentó esto en 2018, considerando un tiroteo masivo como cuatro o más personas baleadas en un incidente, sin incluir al tirador.

Más recientemente, durante el primer fin de semana de junio de este año, en Estados Unidos se registraron 13 tiroteos masivos, en donde por lo menos 17 personas murieron y más de 70 resultaron heridas.

Esto sin contar la  masacre del 24 de mayo en la Escuela Primaria Robb, donde  19 niños y dos maestras fueron asesinados en Uvalde, Texas. Este fue  el tiroteo número 30 en una escuela de educación primaria, secundaria y preparatoria en lo que va del año, y fue el tiroteo escolar más mortífero en casi una década, según informó CNN.

El caso de Estados Unidos 

De acuerdo con la especialista, en 2017 se estimaba que había más de 13 millones de armas ilícitas en circulación en México, aunque no se tiene un dato preciso. Por lo que destaca que la propuesta en realidad debería ser tratar de controlar las armas que entran de manera ilegal de Estados Unidos. 

“Estados Unidos no es un modelo a seguir en este tema y la propuesta del PRI es solamente una medida que quiere llamar la atención, pero no va a resolver la seguridad en el país”, concluye Ibarra. 

En  el caso de Estados Unidos, dice Javier Oliva, “la libertad para poseer armas de alto calibre ha solventado a los supremacistas blancos, y se han cometido cualquier cantidad de masacres”. 

Grupos de extrema derecha en Estados Unidos, como el de Proud Boys,  protestaron de forma violenta por la derrota de Donald Trump, quien ha mantenido un discurso fuerte a favor de las armas. 

En dicho país se han registrado matanzas racistas como la de Búfalo, cuando un supremacista blanco asesinó con arma de fuego a sangre fría a 10 personas en un supermercado, situado en un barrio predominantemente negro. 

Este tipo de hechos han generado protestas en ese país para regular con más fuerza el acceso a las armas, aunque grupos conservadores se oponen. 

Tras las masacres de Uvalde y Búfalo, el 25 de junio pasado el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó una ley para sumar nuevas restricciones al porte de armas, y fortalecer la verificación de antecedentes penales y psicológicos de los compradores.

Sin embargo, el propio mandatario reconoció que no era suficiente, ya que aún seguía pendiente prohibir la venta de rifles de asalto.

Acceso a armas en México 

De acuerdo con la Ley Federal de armas de fuego y explosivos en México: “en el domicilio se podrán poseer armas para la seguridad y defensa legítima de sus moradores”. 

También especifica que su posesión debe informarse ante la Secretaría de la Defensa Nacional para su registro. Además, se requiere una licencia para portarla. 

Para obtener dicha licencia, es necesario cumplir ciertos requisitos instaurados en la Ley, tales como: “Tener un modo honesto de vivir”; no tener impedimento físico o mental para el manejo de las armas; no haber sido condenado por delito cometido con el empleo de armas; no consumir drogas, enervantes o psicotrópicos, y acreditar la “necesidad” de su uso. 

No es la primera vez que en México se discute la posibilidad de tener políticas más permisivas en cuanto a acceso a armas, o que lo propone un político. 

En octubre de 2016, por ejemplo, el senador panista Jorge Luis Preciado propuso modificar el artículo 10 de la Constitución para que “aquel que considere que puede mejorar su seguridad teniendo un arma en su auto o en su negocio, lo pueda hacer”.

Propuesta que su mismo partido rechazó, mencionando que no representaba una posición ni del grupo parlamentario ni del Partido.

(Con información de Animal Político)

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