Manolo y Román: una ruptura total y definitiva
La confrontación entre Román Cepeda y Manolo Jiménez ha pasado el punto de no retorno y se ha convertido en una ruptura sin remedio. Las acciones de las próximas semanas lo harán evidente con crudeza
Carlos Arredondo Sibaja
Mi querido amigo Samuel Ramírez solía acotar los análisis relativos a las peleas entre parejas o entre políticos -en el segundo caso, sobre todo, las escenificadas por presuntos “compañeros de partido”- con un aforismo a cual más ingenioso: “los divorcios siempre terminan en divorcio”.
Samuel usaba aquella frase para remarcar lo evidente: en las confrontaciones analizadas, el desenlace estaba cantado y no hacía falta mucho estudio para tener clara la inevitabilidad del desenlace. La ruptura era ineludible y quedaba clara desde el principio, incluso para un observador distraído.
Eso justamente puede afirmarse en torno al más o menos soterrado enfrentamiento entreel alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda, y el gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez: se trata de un divorcio el cual ha llegado al único destino posible.
Digámoslo pronto: la tensión entre Cepeda y Jiménez cruzó en la semana el punto de no retorno, aún cuando las partes hagan un esfuerzo por mantener las apariencias y en público sigan tratándose cordialmente. Los “duros” del gabinete estatal han ganado la partida y la orden para el asalto final ha sido ya emitida. La maquinaria estatal va por la cabeza de Román.
Las evidencias públicas de ello iniciaron en septiembre del año pasado, como se recordará, cuando el lagunero decidió “romper” la -aparente- coordinación con el Gobierno de Coahuila en materia de seguridad. En aquella ocasión lo advertimos en este espacio:
“…no estamos ante una ‘crisis de seguridad’ o ante un episodio protagonizado por policías ‘descarriados’ o ‘rebeldes’. Atestiguamos el desencuentro entre dos gobiernos, el de Torreón y el de Coahuila, el cual podría ser anecdótico a no ser por una circunstancia: ambos gobiernos tienen el mismo origen partidista”.
Lo de la seguridad, en septiembre pasado y ahora, es solamente un pretexto baladí: Torreón no sufre -por fortuna para sus habitantes- ninguna crisis y la presunta “insurrección” entre la tropa de municipales, ampliamente publicitada por el aparato propagandístico del Estado, fue en realidad una burda fabricación, un montaje.
Con todo y eso, funcionó. El aparato estatal de seguridad finalmente logró “recuperar” el control de la corporación municipal lagunera y el alcalde Cepeda no opuso mayor resistencia. Como marcan los cánones, incluso se sumó al discurso oficial según el cual las decisiones adoptadas fueron producto de la “coordinación” entre ambos órdenes de gobierno.
La confrontación, sin embargo, no termina ahí. La estrategia busca orillar a Román Cepeda a irse del Gobierno Municipal y nuevas acciones, orientadas a incrementar la presión a su alrededor, han sido puestas en marcha. El aparato propagandístico las “detonará” en breve con gran estruendo.
El timeline es clarísimo: entre mayo y junio los escándalos se sucederán y mantendrán al Gobierno Municipal de Torreón en el centro del debate político. La presión, de acuerdo con el plan diseñado, debe producir sus efectos a partir del primer día de julio, no antes. ¿Cuál es la razón de ello? La salvaguarda constitucional según la cual, si un alcalde renuncia al cargo dentro de los primeros seis meses de su mandato debe convocarse a nuevas elecciones pero, si lo hace vencido dicho plazo, el Congreso del Estado designa, con entera libertad, a quien deba hacerse cargo del Gobierno Municipal hasta la conclusión del período.
¿Resistirá Román Cepeda la presión a la cual se le va a someter? ¿Lo irán dejando solo quienes, dentro y fuera de su partido, deberían llamar a la cordura por tratarse este caso de una evidente insensatez política? ¿Tendremos un nuevo alcalde en Torreón, a partir del segundo semestre de este año?
No apostaría en este momento por ninguna de las posibilidades y solamente me atrevo a señalar, como mi amigo Samuel, lo evidente: este es un claro caso de un divorcio cuyo único desenlace posible estamos atestiguando.
Seguiremos en el tema.
¡Feliz fin de semana!
@sibaja3carredondo@vanguardia.com.mx