jueves 10, abril, 2025

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Elecciones Coahuila 2023: se recalentó el proceso

Carlos Arredondo Sibaja

A despecho de los tricolores y por razones sobre las cuales circularán múltiples hipótesis –de hecho, ya circulan algunas– Ricardo Mejía Berdeja terminó convertido en candidato a la gubernatura del Estado. Con ello, el gozo del pasado 12 de diciembre, cuando Morena se decantó por Armando Guadiana, se fue al pozo.

¿Cuál es la razón por la cual el PT decidió no acompañar a Morena en el proceso electoral de Coahuila, como sí lo hará en el Estado de México? Oficialmente se ha planteado una explicación difícil de tragar: porque Mejía “también” representa a la autodenominada 4T.

La pregunta resulta obligada: entonces, ¿el proyecto del presidente (con minúscula) tiene dos candidatos en Coahuila? Pues vaya usted a saber, pero sin duda el proceso electoral en marcha se ha puesto bueno a partir de la decisión anunciada ayer.

Una pista sobre el asunto puede encontrarse en la emisión de ayer del videoblog del periodista Julio Astillero –conocedor como pocos de los entresijos del morenismo. Él, dijo anoche, no puede “desligar la decisión del PT de arropar a Mejía Berdeja con que en realidad esto sea algo de una batalla interna de Morena y del morenismo”. Y remató: “no lo creo”.

¿Es entonces un paso calculado? Según Julio, “…el PT no es un partido ni suicida, ni ocurrente, ni que de pronto se acelere. Siempre dan pasos muy calculados y muy consultados con la superioridad política con la que han estado aliados”.

¿Y cuál es esa “superioridad política” con la cual han estado “aliados” los petistas? ¡Pues con López Obrador!

Lo planteado hasta aquí es, desde luego, solo una hipótesis. Y para no señalar solamente una porción de lo dicho por Julio Astillero es necesario señalar sus conclusiones.

La pregunta importante, señaló Julio, es “¿y de veras se busca quitar a los Moreira y al PRI (de Coahuila) o lo que se busca es justamente crear condiciones para que ellos puedan seguir en el poder a cambio de que en el Estado de México ahí sí haya la sesión, o la concesión, o el reconocimiento del triunfo de la profesora Delfina Gómez?”.

Según Julio, al presidente López Obrador sí le interesa ganar el Estado de México, pero si en Coahuila no gana su candidato “oficial”, es decir, Guadiana, realmente no le preocupa mucho.

¿Es esta la verdad? Yo no podría afirmarlo ni negarlo, sobre todo porque aún es muy pronto para asumir una posición inamovible sobre el resultado electoral del próximo 4 de junio. Esto apenas empieza.

Sin embargo, vale la pena poner sobre la mesa las especulaciones porque la irrupción de Ricardo Mejía como candidato, pese a todo, constituye un evento relevante del proceso electoral.

Más allá de las especulaciones y de las hipótesis, a las cuales se entregan sin dudar los partidarios de las teorías de la conspiración, la irrupción de Mejía en la contienda sin duda le pondrá sabor al caldo.

¿Es el mejor candidato? ¿Tiene posibilidades de ganar? No estoy diciendo eso. Tan solo recupero su clara intención de polarizar el debate y eso, en democracia, debería ser siempre bienvenido.

Faltan poco menos de cinco meses para la jornada electoral. De aquí a entonces veremos si las tesis conspiracionistas se demuestran o si, como dicen otros -a quienes bien podría asistirles la razón- la candidatura de Mejía termina consolidando el triunfo de Manolo Jiménez quien, a diferencia de sus opositores, marcha al campo de batalla con un ejército unificado y sin fisuras… al menos en apariencia.

¡Feliz fin de semana!

@sibaja3

carredondo@vanguardia.com.mx

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