sábado 23, noviembre, 2024

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Los ‘colgados de Torreón’. ¿Cómo llegamos aquí?

Cientos de casas habitación y negocios ‘colgados’ de la red de suministro eléctrico en Torreón solamente pueden ser producto de la participación de empleados de la CFE en una gigantesca red de corrupción

Carlos Arredondo Sibaja

Hace poco más de dos semanas apareció la primera noticia sobre el tema en la prensa de Torreón: la Comisión Federal de Electricidad realizó un operativo para desconectar casas habitación y comercios ilegalmente conectados al servicio de energía eléctrica.

No se trataba de un número despreciable, sino de más de 250 casos, de acuerdo con la información difundida. Sin embargo, lo más llamativo de la noticia no era eso sino el nivel socioeconómico de los sorprendidos en falta: se trataba de residentes de una de las zonas con mayor poder adquisitivo de Torreón: el sector residencial Los Viñedos.

Conforme pasaron los días el asombro inicial no hizo sino crecer, pues cientos de casos más se fueron sumando y los nombres de más fraccionamientos “fifís” fueron apareciendo en las reseñas periodísticas: Hacienda El Rosario, Las Villas, Acacias, Vinícola, El Cardenchal…

El lunes pasado, el rotativo El Sol de la Laguna publicó un reporte bajo el título “¡Al corriente! 157 ‘colgados’ ya pagaron la luz”. En el cuerpo de la nota se comenta cómo los infractores debieron pagar entre 30 y 120 mil pesos -cada uno- para “regularizar” su situación.

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De acuerdo con estimaciones publicadas en el mismo rotativo, el daño patrimonial a la CFE, derivado del robo de energía eléctrica en Torreón, podría ascender a los mil 800 millones de pesos. Unos cinco millones de pesos al día… nada más y nada menos.

Con independencia de las cantidades, la interrogante aparece sola: ¿cómo pudieron multiplicarse a tal grado los “colgados” de la energía eléctrica en Torreón? La respuesta aparece igualmente sola: no podría ocurrir sin la connivencia de empleados de la propia CFE.

Fuentes conocedoras de la operación cotidiana de la paraestatal en La Laguna me comentan cómo el asunto es algo realmente cotidiano y extendido mucho más allá de la mancha urbana de Torreón. Y como lo evidencian notas difundidas ayer, no estamos ante un fenómeno exclusivo del lado coahuilense de aquella Región.

La densidad de “colgados” es mucho más alta, se afirma, en sectores medios y populares de Torreón. En algunos de ellos, se atreven a asegurar las fuentes consultadas, los consumidores irregulares de energía eléctrica podrían ser incluso mayoría.

El dibujo del fenómeno es pues, pasmoso, pues retrata a una comunidad en la cual pareciera haberse normalizado la trampa a partir de la atrofia de un resorte esencial para impedir la generalización de este tipo de comportamientos: la condena social.

En efecto, fenómenos como el anterior solamente pueden generalizarse a estos niveles cuando la comunidad deja de considerar necesario el señalar a quienes, de entre los suyos, incurren en una irregularidad, en una conducta cuyo combate es conveniente para todos.

El caso extremo en este episodio lo constituye el exfutbolista Jared Borgetti, una auténtica leyenda del Club Santos Laguna y quien, de acuerdo con versiones creíbles, se encontraba entre quienes se robaban la luz en uno de los fraccionamientos donde la CFE ha realizado operativos de corte.

Nadie en Torreón parece atreverse a mencionar su nombre, como si se tratara de un pecado señalar a un ídolo de la afición. No importa si, como se afirma, Borgetti incurrió en una conducta irregular, sino de mantener inmaculada su efigie.

Frente a tales evidencias a nadie puede extrañar la magnitud alcanzada por el fenómeno y a nadie pudiera extrañarle verlo revivir en el futuro próximo, una vez disipado el escándalo provocado por el descubrimiento de este auténtico alud de “colgados”… al fin y al cabo, me dicen, no es una historia nueva, pues ya en el pasado han surgido escándalos similares.

¡Feliz fin de semana!

@sibaja3

carredondo@vanguardia.com.mx

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