viernes 10, mayo, 2024

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‘Pensionados del bienestar’: el atraco de la T4

Carlos Arredondo Sibaja

La etapa legislativa del atraco a los más viejos de nuestra sociedad ha concluido: los esbirros legislativos del régimen han extendido la licencia para robar. Pero todavía no han ganado la guerra

En las dos últimas entregas de este espacio nos hemos ocupado en desmenuzar la más reciente ocurrencia -de funestas consecuencias- de la transformación de cuarta: expropiar el dinero de las pensiones de las personas de mayor edad… ¡para pagar las pensiones de personas más jóvenes!

En la semana, los lacayos legislativos del Hijo Pródigo de Macuspana cumplieron con marcial disciplina la principal orden lanzada desde Palacio Nacional, hacia sus curules, a lo largo de este sexenio: aprobar, sin moverle una coma, las iniciativas del caudillo.

El trámite legislativo para crear el Fondo de Pensiones para el Bienestar ha sido concluido y ya solamente falta la promulgación de la reforma y su publicación en el Diario Oficial de la Federación para el inicio de su vigencia, es decir, para comenzar con la expropiación de los recursos de los ancianos.

Ya lo hemos explicado pero conviene refrescar la memoria: lo aprobado por la gavilla legislativa morenista consiste en tomar el dinero de las cuentas de ahorro para el retiro -conocidas como Afore- de personas como tú, cuyo pecado es haber cumplido 70 años y mantener “inactivas” sus cuentas.

Principio del formulario

Final del formulario

Se trata, afirma la claque morenista, de “cuentas no reclamadas”… como si alguien se hubiera ocupado de buscar y contactar a los titulares de las mismas, o a sus herederos en caso de haber fallecido, para cerciorarse del supuesto a partir del cual decidieron legalizar el robo: a los dueños del dinero, o a sus herederos, no les interesa recuperarlo.

Hemos desmenuzado en este espacio el absurdo, ya no digamos jurídico, sino de simple lógica, representado por esta idea. Hoy vamos a puntualizar la parte más delirante de este planteamiento cuatroteísta.

Fíjese usted en la mecánica de la propuesta: la transformación de cuarta pretende -eso dicen en su iniciativa- “garantizar mejores pensiones” a quienes han llegado al final de su trayecto laboral. Y, para el caso específico, se trata de quienes comiencen a jubilarse a partir del 1 de julio próximo, según lo informado ayer por el Mesías Tropical.

Pero, para mejorar el monto de las pensiones de personas cuya edad seguramente oscilará entre 60 y 65 años… ¡van a robarle el dinero ahorrado para su pensión a personas de 70 años o más!

La insensatez no podría ser mayor… para mejorar la pensión de unos… se dejará sin pensión a otros. Y la única excepción en la cual la afirmación anterior resultaría falsa es en caso de muerte. En efecto: si la persona titular de la cuenta cuyo dinero se expropiará ha fallecido, entonces no se le mutilará su derecho a la pensión.

Pero tal circunstancia no suaviza el problema pues, como lo explicamos la semana anterior, si el dueño del dinero hubiera muerto, ese patrimonio pertenece a su descendencia, a sus herederos. En este caso deberíamos cambiar la oración: para mejorar la pensión de unos… se dejará sin herencia, sin patrimonio, a otros.

Muy lucrativo, sin duda, capturar votantes regalándoles dinero ajeno… dinero robado a los más viejos, a los más indefensos… grandiosa transformación.

Aristas

Sigue ahora la batalla legal… y continuará la verborrea política. Habrá una disputa en tribunales para impedir la consumación del atraco y una andanada feroz de los acólitos del sumo pontífice para intentar capitalizar electoralmente el tema.

Previsiblemente, triunfarán los segundos. Y está bien. La bomba de relojería armada a lo largo del sexenio explotará en las manos de quien capture el poder en las urnas el próximo 2 de junio. Guarden el tuit… o como se llame ahora.

¡Feliz fin de semana!

@sibaja3

carredondo@vanguardia.com.mx

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