viernes 20, septiembre, 2024

‘PINOCHO’, el cuento infantil, convertido a una historia de gangsters

(Hari Sama y Arturo Ríos, dos cómplices creativos)

Raúl Adalid Sainz

Sí, era un panteón. Ese que está en el largo «Camino al Desierto», en la Ciudad de México. Era la locación final para el serial: «Érase una Vez», con el capítulo «Pinocho».

Esta foto me hace recordar momentos creativos muy interesantes. Fue vivir la dirección de un hombre talentoso: Harí Sama. A quien conocía por aquella valiente y sensible película llamada: «El Sueño de Lú «. Un viaje al duelo de la pérdida de un hijo. Hari filmó con toda verdad, con el alma, al lado de su protagonista, la gran actriz Ursula Pruneda.

A los pocos años Hari confirmaría su talento con la cinta, «Esto no es Berlín». Una mirada profunda a la construcción de la identidad en la etapa juvenil. Un periplo honesto y doloroso. Película nominada al «Ariel», en este 2020. En «Pinocho», Hari hizo una audaz adaptación al mundo del hampa en un barrio de la Ciudad de México. Una especie de «Buenos Muchachos», de Scorsese, tomando al cuento para contar una historia de gáangsters y su correspondiente parte noble representada por «Pinocho», «Pepe Grillo», y el buenazo de «Gepetto». Una adaptación muy interesante y afortunada.

El otro personaje en la foto es el querido, y muy admirado por mí, por su gran talento actoral, Arturo Ríos. Días antes de ese año 2016, fecha de grabación, habíamos terminado la obra teatral, «Pequeños Zorros», dirigida por Luis De Tavira.

Me acuerdo que al terminar la última función, estábamos celebrando en el patio del «Teatro Santa Catarina» con el público. Era el cocktail de fin de temporada. Arturo se acercó a mí para despedirse. Habíamos pasado lindos momentos como compañeros de trabajo. Lo vi a los ojos y tuve un presentimiento, recuerdo que le dije: «No nos despedimos Arturo, no sé por qué presiento que nos vamos a ver muy pronto», así fue, a los quince días estábamos haciendo la lectura de ensayo para grabar «Pinocho».

Nos reímos mucho al vernos. «Eres brujo», me dijo Arturo. Por supuesto que no lo soy pero esos presentimientos ya me han sucedido. Quizá son consecuencia del deseo tan grande de trabajar con una persona. Como fue el caso con el querido Arturo.

Luego esos pálpitos no se han cumplido o simple y llanamente no ha llegado su momento. El caso es que Arturo hizo un espléndido «Gepetto», fuimos hermanos, yo era el truculento «Strambole». Esta relación le gustó mucho a Hari. Agradecía que le hubiera tocado en suerte que trajéramos una relación muy cercana de confraternidad Arturo y yo.

El elenco fue muy agradable. Muy sólido en creatividad y talento. Estaban Josecito Pescina y Mauro Sánchez Navarro como mis tremendos hijos gángsters y, mi consejero (una especie de Robert Duvall) era el buen y querido Memo Nava. Adrián Herrera como «Pinocho».

Una linda camaradería creativa. Nos divertimos en serio. Fundamental ésto, muchas veces, para el éxito de un proyecto. Al menos al volver la vista atrás uno los recordará con linda nostalgia.

Hoy, al ver esta foto, recordé esa grabación realizada con toda una técnica cinematográfica. Una fotografía muy rica en matices. El casting hermoso fue de la querida Laura Trejo.

El capítulo lo puedes ver dentro del serial llamado: «Érase una Vez», capítulo «Pinocho», en la plataforma «Vix +».

Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan

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