martes 18, noviembre, 2025

PICO NORTE

El escándalo en Auditoría Fiscal. Olga Sosa, ¿se busca?

MELITÓN GARCÍA DE LA ROSA

Caótico, por decir lo menos, se ha tornado el ambiente en la Dirección de Auditoría Fiscal, del Gobierno de Tamaulipas, mejor conocida como el “MiniSat”, al grado de que muy pronto se desatará el escándalo que le estallará en las manos al propio gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, como si no tuviera suficientes frente abiertos.

Así es mis queridos boes, tengo suficientes testimonios, como para asegurar que ahí, donde tendría que poner orden su titular LUIS ENRIQUE GARCÍA PORTALES, ÉL y su séquito, son el origen de todos los males, amparados por la cercanía al apellido VILLARREAL.

El enojo generalizado en la dirección, pronto podría incluso llegar a instancias legales convertidas en denuncias por acoso, abuso de autoridad y hostigamiento.

Las políticas implementadas por GARCÍA PORTALES, han generado desconcierto, especialmente por la contratación de personal cercano a ÉL cuya conducta, afirman trabajadores, se aleja del profesionalismo y ética esperado en una dependencia de esta relevancia.

A la llegada del nuevo director, se incorporaron personas que mantienen con ÉL vínculos personales sumamente cercanos, como MARTÍN RETA Y ALDAIR DE JESÚS GARCÍA MEJÍA, lo que dicen, no sorprende a quien conoce la trayectoria pública y privada de GARCÍA PORTALES.

La “impunidad” que parece cobijar hoy a GARCÍA PORTALES, parece venir de años atrás, ya que se le identifica como amigo de EMILIO VILLARREAL GUERRA, tío del hoy gobernador, con quien frecuentemente convivía en la vieja y famosa casona de la calle 11, entre Hidalgo y Morelos en Victoria.

El problema es que esta Dirección de Auditoría Fiscal, que algunos trabajadores ya comparan con una especie de “Almoloya administrativa”, está hoy dirigida por un funcionario más preocupado por ejercer control y presión que por sacar adelante el enorme rezago en el que tiene sumida a la oficina y, por consecuencia, a las finanzas de Tamaulipas.

Entre las irregularidades señaladas se encuentra el nuevo criterio de asistencia: no basta con llegar a la hora permitida por las reglas del propio Gobierno; ahora pretenden descontar el tiempo que el personal tarda en llegar al libro de firmas de su área.

Eso sí: el director se molesta cuando el trabajador no se queda tiempo extra, sin compensación alguna, lo que ha generado un clima de amenazas, intimidación y advertencias constantes.

Abundan los exhortos, las actas administrativas y las insinuaciones de involucrar a la Contraloría o incluso a la autoridad policiaca, creando un ambiente de auténtico hostigamiento laboral.

El ambiente, que rebasa lo kafkiano, ha llegado al extremo, que el simple uso del celular personal es penado por GARCÍA PORTALES y su banda, porque las reglas aplican solo para los que no llegaron “apalancados” por ÉL.

La consecuencia es clara: una dependencia clave está sumida en la discrecionalidad, el maltrato y la arbitrariedad, mientras la eficiencia y la legalidad quedan relegadas. Una Dirección que debería garantizar orden y transparencia, opera hoy bajo tensiones, favoritismos y un liderazgo que parece olvidar el verdadero propósito del servicio público.

No, no se trata solo del descontento de casi todos en la Dirección de Auditoría Fiscal, no es que se trate de un mero problemita administrativo, que con un jalón de orejas se solucione, se trata de que mientras GARCÍA PORTALES distrae sus esfuerzos a imponer sus reglas, mantener a su séquito en la nómina y a sus anchas, ha incumplido con las metas en el convenio con Gobierno Federal, afectando la calificación crediticia de Tamaulipas.

ÉL y los muchachos se divierten en su coto de poder, pero pronto la falta de resultados impactará gravemente en los ingresos federales, en el presupuesto del siguiente año y por eso el asunto nos compete a todos en Tamaulipas.

Si AMÉRICO VILLARREAL no sabe del problemón que tiene en ciernes, en la próxima le daré los detalles que salen de esa dependencia, como llamado de auxilio.

Wanted Olga Sosa…

Adicta a la publicidad, en la que gasta miles, tal vez millones de pesos, la Senadora OLGA SOSA, está recibiendo hartos virus y hasta de manera gratuita.

Me explico: SOSA aparece un día sí y otro también, en reportajes, artículos y mesas de discusión en las que se hable del huachicol fiscal, como parte de las figuras investigadas por Estados Unidos.

Pero este fin de semana, la exhibida a OLGA SOSA se tornó hasta chistosa, lo que no le quita lo grave, lo serio.

Pues resulta que en postes del alumbrado público de las calles de la Ciudad de México, ubicados en el trayecto de la marcha de la Generación Z, aparecieron carteles con el rostro de la tampiqueña y aspirante a la gubernatura de Tamaulipas con la leyenda: Narcopolítica identificada, el logo de Morena y un código QR que llevaba a la información que la involucra en cosas bastante graves… no cabe duda de que por lo menos la Senadora puede presumir que es la más vista de las y los que aspiran.

Compartir en: