MELITÓN GARCÍA DE LA ROSA
Claudia, ya perdió
Concurrida o no, violenta o no, la marcha de la llamada Generación Z en la Ciudad de México y con réplicas por todo el país ha marcado ya al sexenio de CLAUDIA SHEIMBAUM al que desnudó como autoritario, intolerante y decidido a callar cualquier asomo de oposición.
Así es mis queridos boes, aunque en el discurso, cada vez más forzado, la presidenta insiste en que su gobierno es respetuoso de la libertad de expresión, sus actos la contradicen, la muestran enojada ante el llamado de los chavos a manifestarse contra la corrupción, la violencia y otra decena de pendientes que tiene la 4T desde que es gobierno.
A SHEIMBAUM se le ha visto poco menos que encabronada en las mañaneras cuando habla de la marcha, por momentos pareciera que se le va a enchuecar la cara, supongo que del esfuerzo que hace para no soltar lo que en realidad piensa su yo dictatorial.
Hay que decirlo, el interés, por lo que en un principio no hubiera sido más que otra manifestación de las que hay todos los días en la CDMX lo provocó la reacción rabiosa de SHEIMBAUM y la cúpula morenista, que se han abrogado como dueños de la calle, como los únicos a los que se les puede aplicar el concepto de pueblo.
Los ataques en las mañaneras logró lo que unos cuantos chavos que la convocaron ni siquiera se imaginaban; el apoyo de grupos sociales de todas las edades, de la propia oposición, de movimientos internacionales y de la atención de la prensa nacional y extranjera a lo que pueda pasar este sábado.
Para mi, YA PASÓ. El daño político al gobierno y a la presidenta ya está hecho, porque en su desesperación por desalentarla, CLAUDIA cruzó el umbral de la tolerancia y retrocedió en el tiempo de México hasta 1968, poniéndose casi a la altura del tristemente célebre GUSTAVO DÍAZ ORDAZ.
La presidenta decidió usar todo el aparato del Estado para espiar, amedrentar, someter y amenazar a los manifestantes y en especial a los mayores, a las figuras de oposición o de la Iniciativa Privada que apoyan el movimiento.
Con singular desparpajo, SHEIMBAUM confesó que escudriñaron cuentas de Facebook y de otras redes sociales, desde el Estado, para saber quién, por qué y para qué con la manifestación.
Qué VICENTE FOX ha hecho llamados de apoyo, que CLAUDIO X. GONZÁLEZ convoca, que RICARDO SALINAS PLIEGO AZUSA.
¿Qué esos personajes y decenas de más en el PRI y PAN o MC no gozan del derecho constitucional a la libre manifestación?, ¿cuándo de les restringieron los derechos a expresarse libremente en este, al que CLAUDIA, llama el país más democrático del planeta tierra?
Que simpatizantes de JAVIER MILEI, presidente de Argentina en redes, apoyan la marcha en México.
¿Y, a poco aquellos no tienen también derecho a opinar, a echar porras?
Qué no se vale intervenir en asuntos que solo los mexicanos debemos resolver, dirá la presidenta.
¿Intervención?, no, intervención la que hace ella al esconder en la embajada mexicana en Perú a la ex ministra BETSY CHÁVEZ, coacusada en ese país de un intento de golpe de Estado.
Intervención, el apoyo económico al régimen cubano con el envío de millones de litros de petróleo gratis, mientras el pueblo aquel se muere de hambre.
El caso es que como más arriba decía, la megamarcha de este sábado ya MARCÓ a este sexenio.
A la presidenta la vistió de verde olivo y la enfundó en sus botas militares.
La advertencia contra futuras marchas o concentraciones de la oposición en su contra fue velada o descarada como lo quiera cada quien ver.
Al que se atreva, se le investiga, se le difama, se le expone, se le hace presa del escarnio.
Eso si, no se si SHEIMBAUM y los suyos hayan calculado los daños, si la marcha prende, si el ejemplo de revelarse y salir masivamente pese a la intimidación desde el púlpito de la mañanera.
¿Se atreverá CLAUDIA a poner la bota militar sobre el rostro del pueblo mexicano?, ¿resistirá el pueblo una eventual represión?, ¿serán los vecinos gringos testigos mudos ante una revuelta de gran magnitud en México?
Mucho qué reflexionar para luego de la marcha de este sábado, si va poca gente, la intimidación habría ganado, si es masiva, el mensaje para CLAUDIA sería contundente, si hay representación, la 4T confirmará que México se acerca a pasos agigantados a una dictadura.
Por lo pronto algunos mandatarios. de Morena han puesto sus barbas a remojar, como AMÉRICO VILLARREAL de Tamaulipas, que este viernes publicó un posicionamiento en el que se dijo respetuoso de la manifestación y solo se atrevió a pedir que fuera pacífica, sabe que no puede pedir más, no cuando seis de cada 10 habitantes de su estado lo califican de mal gobernador.







