martes 11, noviembre, 2025

PICO NORTE

MELITÓN GARCÍA DE LA ROSA

La estrategia contra la violencia: mentir, manipular

Por más cifras manipuladas que repita en las mañaneras la presidenta CLAUDIA SHEIMBAUM, los hechos revelan el fracaso de su estrategia para pacificar al país, cuyos mejores botones de muestra son Sinaloa y Michoacán.

Así es mis queridos boes, SHEIMBAUM y compañía podrán ‘rasurar’ la cifra de ejecutados, moviendo hasta el 30 por ciento de estos a la cifra de desaparecidos, para presumir una mentira.

Si, presumen, como lo hizo hoy la presidenta, un 37 por ciento de la reducción de homicidios, pero ocultan que subió más del 30 por ciento el número de desaparecidos, y organizaciones tan serias como Causa en Común o México evalúa, han demostrado que en realidad la crisis de inseguridad en el país es igual de grave que con AMLO, solo que más del 30 por ciento de los homicidios no son registrados como tales, sino que tramposamente son registrados solo como desaparecidos.

Los de la 4T podrán decir misa, hasta atreverse un día a decir que también en seguridad estamos mejor que Dinamarca, pero esa mentira no podrá enmudecer el estruendo de las balas, ni desaparecer los ríos de sangre, que aunque en algunos estados no son tan profundos, en Sinaloa, Guerrero y Michoacán están ahogando a la sociedad.

La mentira triunfalista de que estamos pacificando al país, que sirve además para ensalzar la imagen de OMAR GARCÍA HARFUCH al que la Presidenta promueve para la presidencial del 2030, sucumbe ante la masacre permanente, el sometimiento de municipios y pueblos enteros a los que CLAUDIA y su ‘súper policía’ prefieren ignorar, reduciéndolos a simples porcentajes manipulables.

Volteemos a Sinaloa, donde han pasado 17 meses de iniciada la guerra entre la mayiza y la chapiza, estado al que primero AMLO y luego SHEIMBAUM prometieron pacificar y nos daremos cuenta de que la estrategia es un fracaso.

Ni la presencia por semanas de HARFUCH en Sinaloa ha evitado que a septiembre de este año, tras el inicio de la guerra en esa entidad ya se cuenten más de 1 mil 900 ejecutados y leanlo bien: más de 2 mil 900 desapariciones forzadas, como lo publicaron Milenio y El País.

En Michoacán el alcalde de Uruapan CARLOS MANZO suplicó una y otra vez ayuda de SHEIMBAUM y de HARFUCH, dijo que lo iban a matar y lo mataron, apenas unos días después de que también ejecutaran al líder de los limoneros del Estado.

Hoy lanzan con bombo y platillo el Plan Michoacán para pacificar a ese estado, pero sin un peso en el presupuesto para el año que entra, lo que nos indica que es más de lo mismo, que la ‘estrategia’ de simular, de mentir, de apostarle a la costumbre de aguantar vara del ‘pueblo bueno’ como han pretendido en Sinaloa se repetirá en el estado de los Purépechas.

Como ha ocurrido con Guerrero, como pasa pues en el resto del país, donde Juan Pueblo ya se acostumbró a la violencia sistémica y a la mentira grotesca y descarada del gobierno federal diciendo que todo marcha bien.

Lo más grave del asunto para los que no vivimos en Michoacán o Sinaloa, es que los gobernadores se amparan en que las crisis en aquellos estados es peor que en el de nosotros.

Acá en Tamaulipas, AMÉRICO VILLARREAL se ciñe a la linea de la mentira, insiste en que la entidad es ahora de las más seguras del país, tapiza las portadas de los medios impresos presumiendo la mentira, al fin que México tiene peores escenarios que el Estado que mal gobierna y su gente no se atreve a levantar la voz, porque hasta existe el temor fundado en que criminales y gobierno son los mismos.

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