MELITÓN GARCÍA DE LA ROSA
Justicia para ANA PAOLA
El congelamiento de una de las cuentas bancarias del Hospital De La Salle en Victoria, es apenas un leve asomo de que puede haber justicia en el caso de la presunta negligencia médica que dejo parapléjica y sin vista a la pequeña ANA PAOLA de apenas 7 años; el señalado como culpable está ‘escondido’ en Barcelona España, protegido desde el poder en Tamaulipas.
Así es mis queridos boes, este miércoles se dio a conocer que el juzgado donde se lleva el caso, ordenó congelar una de las cuentas del Hospital De La Salle, al que ANA PAOLA entró de urgencia para ser atendida de una fractura en el fémur y salió parapléjica y ciega, gracias a que, según denuncia su familia, a la negligencia del anestesiólogo que debió cuidar de su vida.
“Destruyeron la feliz niñez de mi hija, a la que le gustaba bailar, reír, cantar y jugar, dijo en abril del año pasado la mamá de la pequeña.
“Nos aseguraron que era una operación de rutina, que en 3 días estaría en casa para iniciar el periodo de recuperación de sus piernas y en un mes estaría caminando de nuevo”.
Lo que ocurrió fue que durante la cirugía a la que fue sometida la menor, el anestesiólogo salió del quirófano a media intervención, lapso en el que esta cayó en paro cardiorrespiratorio y bajo esa condición pasó, relató la familia, por lo menos 15 minutos, sin asistencia urgente adecuada.
El caso pronto se hizo un escándalo que indignó a buena parte de la sociedad en Victoria, no solo por la gravedad de la negligencia, sino por los protagonistas de la misma: una inocente con una vida por delante y el anestesiólogo, JOEL HERNÁNDEZ.
El nombre del ‘profesional’ de la salud no dijo nada en un principio, sino hasta que se supo que era ni mas ni menos que el hijo del Secretario de Salud en Tamaulipas JOEL HERNÁNDEZ NAVARRO y obvio la evidente protección que está recibiendo como cercano al círculo de poder del gobierno “humanista” de AMÉRICO VILLARREAL ANAYA.
De hecho el propio secretario ha reconocido que su hijo está GOZANDO DE UN PERMISO ESPECIAL en sus trabajos y se encuentra en la madre patria.
ÉL allá, tal vez gozando de la vida y de las viandas europeas y su pacientita acá sometida a diario a terapias físicas en busca de recuperar aunque sea algo de la movilidad autónoma que perdió gracias a su mala praxis.
Ha batallado tanto la familia de la pequeña, como que en La Salle se negaron rotundamente a entregarles el expediente médico para poder continuar con el proceso legal y de rehabilitación.
En Victoria las protestas frente a Casa de Gobierno, donde vive AMÉRICO para exigir justicia para ANA PAOLA no han sido pocas, mientras el “humanismo” que tanto pregonan en los discursos y boletines oficiales ha impedido que el responsable pise aunque sea un juzgado.
Hoy, insisto, lo que hay es apenas un rayo de esperanza de que se puede hacer justicia por ANA PAOLA, pero esto no ocurrirá hasta que el que se esconde en Barcelona salga de la madriguera y asuma su presunta responsabilidad, aunque tenga que ocurrir una vez que acabe el sexenio de la injusticia que hoy por hoy lo está protegiendo.
Victor Contreras…
De El Coyote, como todos le decían, a VÍCTOR CONTRERAS recibí mi primer grabadora de periodista hace ya mas de 30 años.
En presencia de ÉL también recibí la noticia de que podía convertirme en corresponsal en Tamaulipas del periódico EL NORTE, recuerdo ese día porque hubo de todo, como en la vida de VÍCTOR, cena muy rica, excelente plática y una persecución automovilista para coronar la noche llena de emociones.
Un día me dijo en su casa algo que se me quedó grabado en la mente y que uso como máxima de vida: en un amigo no se gasta, lo que inviertes en un amigo, lo inviertes en tu futuro.
Luego el destino nos llevó por caminos distintos, pero cada que nos reunía, de mi parte siempre saltaba el agradecimiento hacia el viejo de colmillo retorcido que educado en todo momento me habló de ‘usted’, siendo ÉL el de la experiencia, el de los éxitos, el de la humildad.
Hoy dejó este mundo y a buena parte del gremio lamentando su partida. Mi corazón se hizo chiquito al recibir la noticia, como el de muchos. QEPD.