No me quiero morir…
MELITÓN GARCÍA DE LA ROSA
DANTE EMILIANO, un niño de apenas 12 años, antes de perder la vida antier en Tabasco, describió de cuerpo entero lo que ha sido el sexenio fallido de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR en cuatro palabras, las últimas que pronunció antes de volverse viral e irse al cielo.
Así es mis queridos boes. ¡No me quiero morir! dijo una y otra vez, luego de señalar que le faltaba el aire, estaba ahí tirado en la baqueta frente a su casa, hasta donde su ejecutor o ejecutores le dieron tres tiros.
Luego murió, como lo han hecho casi 188 mil mexicanos de todas las edades en los últimos cinco años y pico, en los que AMLO decretó dar abrazos a los criminales de las bandas organizadas y olvido y desprecio a las víctimas.
Las redes se volcaron en indignación, mentadas de madre, exigencia de justicia y reprobación al gobierno de la 4T y al propio LÓPEZ OBRADOR que con su estrategia ha vuelto a tragedias, como la de DANTE EMILIANO, un lugar común en México.
Ayer jueves, en la mañanera, soberbio, con actitud de reyezuelo bananero, sin empatía y menospreció, LÓPEZ OBRADOR se montó en la ejecución de DANTE para presentarse como víctima.
“Básicamente fue a él, salió de la casa, esa es la información que tenemos, con tres personas que estaban en un carro. Creo que quisieron llevárselo a él, y salió uno de ellos, de los del carro y le dispararon, pero no es lo del secuestro, porque ayer se habló mucho de eso sin ninguna prueba”, soltó por la mañana
“Y aunque se enojen, como estamos en temporada electoral, y todo lo que sea para PERJUDICARME a MÍ, más que es mi estado, pues los corruptos están muy enojados, magnifican mucho todo lo relacionado con violencia. Antes callaban como momias y ahora gritan como pregoneros hay que entender eso también”.
De ese tamaño es el ego del presidente al que “el pueblo bueno” llama el mejor de todos los tiempos, de ese tamaño es su desprecio por la vida de los demás, de ese tamaño es su protagonismo y de ese tamaño es el cinismo con el que se ha conducido en todo el sexenio.
Porque mientras ESTÚPIDAMENTE insiste en que hoy se está mejor que en los sexenios de FELIPE CALDERÓN y ENRIQUE PEÑA NIETO, lo evidente es que sus homicidios dolosos en relación al del priista habrán aumentado el 20 por ciento y contra el panista el doble de ese porcentaje.
El país convertido en un charco de sangre que le dejará a quien gane la elección del próximo domingo en 8, será uno en el que en promedio se ejecuten a 95 personas al día, mientras que en el de CALDERÓN la cifra por jornada fue de 55 y el de PEÑA 71.
No me explico, a menos que considere idiota, cínico, sinvergüenza a AMLO, que ante tal FRACASO en materia de seguridad, se haga la víctima con casos como el de DANTE EMILIANO, solo porque los medios publican la tragedia.
Y si, hay que decirlo aunque duela, la actitud perversa y criminal de LÓPEZ OBRADOR en buena medida es culpa del pueblo de México, que se ha acostumbrado a sus mentiras, que ha normalizado el desdén por la vida de los otros, que usa sus estupideces para divertirse haciendo memes, que cada que ocurre sentencia: otra pejendejada.
Aceptar con sorna el actuar de AMLO ante la muerte de un niño de 12 años, como con las matanzas por docenas han ocurrido en su sexenio, no hace ver como un pueblo torpe, dejado, sin voluntad, sometido, mientras el que prometió serenar al país, a cada matazón se asume como víctima, cuando su estrategia de abrazos no balazos y la omisión, legalmente lo convierte en victimario, yo me atrevería a decir: asesino culposo.
¿Y entonces porque AMLO está evaluado con el 55 o 60 por ciento de aprobación de los mexicanos?, pues porque como pueblo, como sociedad somos como lo describía aquí arriba, sufrimos sin saberlo el Síndrome de Estocolmo y por desgracia, las encuestas que marcan a la candidata de la 4T al frente de la carrera presidencial indican que seguiremos secuestrados por la misma tiranía, al tiempo que mientras México sigue desangrándose, el pueblo bueno les sigue aplaudiendo.
