(Laguneros que hicieron nuestra historia teatral y cinematográfica)
Raúl Adalid Sainz
Un día Pepe tuvo un sueño: ser pintor. Un mundo de colores y de imágenes se volcaron en su mente, en su imaginación, en sus dentros. Tomó el foráneo con los sueños en la mochila y llegó a estudiar al DF a la célebre «La Esmeralda», esa escuela de pintura de los grandes, esa que estaba entre la iglesia de San Hipólito y el Panteón de San Fernando.
Eran los despertares de los sesenta, esos que enmarcaron jóvenes quijotes, seres humanos llenos de ideales, esos que no se conformaban con lo impuesto, esos que oían en el radio el comienzo de «Los Beatles». Ese fue el marco de Pepe Mendez. Se formó con grandes maestros y al lado de un gran condiscípulo amigo para él, el afamado pintor mago de la ilusión en imagen: Octavio Ocampo.
Los azares de la vida llevaron a estos dos pintores al cine. Pepe trabajó por muchos años en aquellos «Estudios América», donde tantas películas se hicieron. Su habilidad fina de artista fue requerida para realizar multitud de escenografías. De ahí, la inquietud natural de Pepe solventada en conocimientos lo lleva a ser director de arte de cintas connotadas.
Yo recuerdo su gran trabajo (junto al escenógrafo David Antón) decorativo ambiental de época en «Rastro de Muerte», de Arturo Ripstein. Película difícil pues había que ambientar las grandes haciendas y lugares que frecuentaban las ricas familias yucatecas de rancio linaje henequenero.
La película ganó un «Ariel» por ambientación en 1982. Otra cinta de gran recuerdo para mí, fue el de la interesante película «Playa Azul», de Alfredo Jozckowicz. Ahí Pepe recreó el ambiente de un hotel grande y lujoso venido a menos en la costa nayarita.
Tenía que lograrse la decadencia de un político corrupto, el hotel de su propiedad era un reflejo del tobogán descendiente de su carrera, de la pérdida afectiva de su familia y de su alma vencida. He incluido dos fotografías de los murales del Teatro Isauro Martínez del querido Torreón.
¿Por qué? Muchos años esta belleza arquitectónica fue convertida en un cine de tercera, luego el teatro estuvo cerrado. Jóvenes como Pepe Méndez, José Medrano, Alejandro Maynez, lograron su rescate. Posteriormente un patronato, encabezado por la talentosa y fructífera para el desarrollo cultural, me refiero a Sonia Salum, lograron hacer del Teatro Martínez lo que es.
Pepe Méndez fue contratado para restaurar los murales dañados del pintor valenciano Tarazona. Pepe hizo un trabajo soberbio. Su hermano Raúl Méndez Orozco, QEPD, me contó entusiasmado por líneas, el trabajo exhaustivo de José su hermano: «Lo hizo en tres tiempos, el primero fue el frente de 6 a 8 meses aproximadamente, el segundo fue el plafón o sea el techo, allí fue cerca de un año y lo tercero fueron los laterales, que allí se llevó como seis meses pero todo este trabajo se hizo en un intervalo como de diez años aproximadamente, eso es lo que me da la memoria, exacto no sé hasta dónde tocayo, la que sabe perfectamente bien es Sonia Salum».
Así que cada vez que vayan al, «Teatro Isauro Martínez», recuerden a Pepe Méndez, a Sonia Salum, a Pepe Medrano, a Alejandro Maynez, y a su constructor, el soñador zacatecano, Isauro Martínez. Pepe fue un artista, creador de escenografías teatrales y ofrendas maravillosas de día de muertos junto al gran escenógrafo David Anton.
Por el año 1987 conocí a José Méndez, decoraba preciosamente, con motivos mexicanos alusivos al día de muertos una capilla del «Claustro de Sor Juana», el antiguo convento de San Jerónimo de nuestro DF colonial. Como dato adicional, Pepe es tío del joven actor lagunero talentoso: Raúl Méndez.
He hablado de actores laguneros que han encontrado en el cine y en el teatro su veta de sueños acá en la ciudad de México. Pepe no fue un histrión en el estricto sentido de la palabra fue algo más, fue un Merlín, un mago hechizante que con su pincel creativo transformó en arte realidades. Artistas fundamentales en la historia cultural de nuestra Comarca Lagunera. Ojalá se les diera su justo lugar y estuvieran presentes en el acontecer vivo de nuestra región.
La gran promotora cultural lagunera y actriz, Sonia Salum, dijo con respecto a Pepe:
Querido Raúl:
Hablar de Pepe Méndez, es hablar de una historia profunda y trascendente en Torreón. Todo lo que apuntas es cierto y me conmueve tu texto! Todos los que pasamos por la vida de Pepe fuimos tocados por el arte y por la espiritualidad, nos enseñó el poder de la creación, y la profundidad del Ser en nuestra vida. Siempre, siempre está conmigo!!!!
Te mando mucho cariño querido RAÚL
Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan
