viernes 3, mayo, 2024

OFENDES PARA GANAR… ¿Y SI PIERDES?

Luis Alberto Vázquez Álvarez

Toda represalia del ganador contra el perdedor que lo humilló, insultó y denigró es terrible, lo vemos claramente en el antiguo testamente cuando Dios ordenó a Josué atacar Jericó; ésta sería embestida por siete sacerdotes que soplaban cuernos portando el Arca de la Alianza delante de ellos y todo el pueblo detrás por siete días. Durante los primeros seis días simplemente rodearon la muralla de Jericó. El séptimo día, circundaron la ciudad siete veces. Durante todo este tiempo los habitantes de Jericó insultaban, arrojaban desperdicios y hasta desechos humanos a los israelitas, burlándose de ellos. Finalmente sonó el shofar y los israelitas gritaron estridentemente; las murallas cayeron. Siguiendo la ley divina, los israelitas mataron a todos los hombres y mujeres de todas las edades, así como a los bueyes, ovejas y burros. Solo Raab, y todos los suyos se salvaron por haberles ayudado. La venganza fue atroz.

En el boxeo profesional, el inglés Nazeem Hamed, gozaba al insultar y agredir a sus contrincantes, mitómano creía que todo el mundo lo quería y admiraba; ciertamente tenía fortaleza, pero su arrogancia y soberbia eran tales que aseguraba podría incluso matar en el ring a sus oponentes. Para la pelea de campeonato tildó de débil y con múltiples epítetos hirientes a su rival y a todos sus simpatizantes. El 7 de abril de 2001, por el título mundial super-gallo, se enfrentó al mexicano Marco Antonio Barrera, quien con bajo perfil, humilde escuchaba aquellas peroratas agresivas, esperando el inicio del combate. Desde el principio, el pugilista inglés se comportó burlonamente, eludiendo con sarcasmo los intentos del mexicano. Esa actitud despertó a un tigre sediento de venganza. Durante el combate, Barrera hizo ver como payaso a Hamed, quien, por mucho insultar, perdía efectividad; finalmente el ofendido triunfó dejando en ridículo al farsante que hasta sus manejadores abandonaron, Otra historia inolvidable.

Justo ahora en México estamos viviendo momentos como los comentados en las anécdotas anteriores: Analicemos las actitudes de políticos con repulsivas ofensas lo mismo a gobernantes que a candidatos, incluyendo a sus familiares; grotescas acusaciones sacadas de horrendas novelas arrabaleras de terror, porque hasta eso, carecen de originalidad para agraviar, tienen que pedir prestado a literaturas baratas, vulgares y rastreras para ultrajar dignidades y tratar de destruir vidas.

Múltiples medios de comunicación se han unido a esa Guerra Sucia; la prensa, (cada día con menos lectores) titula con letras grandes y a ocho columnas mentiras y blasfemias de acciones gubernamentales federales, muchas de ellas intrascendentes que al leer la columna completa, no coinciden el título con el contenido, eso es a diario; incluyendo fotografías de lugares en guerra o desastres,  (Ucrania, Gaza o Baltimore) pero con títulos laterales de problemas en México para engañar con ilusiones visuales falseadas.

En cuanto a las estaciones de la radio, casi todas, por no decir todas, en sus noticieros, con ínfima calidad y mala fe, ofrecen noticias con falacias, infundios y farsas tipo telenovela degradante, como esta semana comentando, respecto a la última reforma al amparo, con propaganda negra aseverando que por esta enmienda se van a expropiar bienes personales y empresariales, escuela y hasta hospitales, habrá toque de queda, se establecerá la pena de muerte y mil mendacidades más. Lo escuche idénticamente en estaciones nacionales y regionales. Infamantes canales televisivos, noticieros y comentarios llenos de miseria; mejor deberían seguir con sus chismes de affaires entre artistas, sus problemas conyugales y hereditarios; es lo único que atrae auditorio.

¿Qué mueve a los medios tradicionales a actuar de esa manera? ¿Por qué con otras administraciones federales y muchas locales y municipales nunca actuaron ni actúan con tal saña? La falta de ética de políticos, supuestos intelectuales politólogos y “comunicadores maiceados”, las mentiras filtradas maliciosamente ya no las cree el pueblo, éste ya los abandonó; por eso los números de las encuestas no se mueven y aun así quieren idiotizarnos presumiendo que podría haber fraude electoral, ¿No son capaces de distinguir entre la realidad y sus oníricas elucubraciones?

¿Cómo actuará aquel al que has ofendido? Otros seis años de sequía y José el Soñador no encuentra vacas gordas porque ya se las comieron, hoy todas son flacas; pronto ni vacas habrá y seguirán cerrando medios comunicativos por retiro de “apoyos” gubernamentales.

¿Por qué no luchar con valores en lugar de insultos? No sabemos qué tan rencoroso será el ganador… Y en qué situación quedarán los perdedores tras la contienda, ¿Qué pasará a partir del 3 de junio? “La venganza es un rico platillo que se disfruta frío”.

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