(Un homenaje a Gerardo Moscoso, hoy sería su cumpleaños. A él que tanto de cine mexicano me enseñó. Escrito hecho en el año 2014)
Raúl Adalid Sainz
Qué curioso, hoy es cumpleaños del actor, director y médico, Gerardo Moscoso, también este día homenajean a Arturo Ripstein en Bellas Artes por su valiosa trayectoria. Lo extraño, quizá para mí, estriba en que puse atención con detalle al cine de Ripstein, gracias a la precisa visión vívida que Gerardo hacía a ese cine sin concesiones del cineasta.
Recuerdo una tarde, en el «Teatro Santa Catarina», en que me reuní con Gerardo. Yo quería exponer, para mi carrera teatral en la UNAM, un trabajo que hablara de cine mexicano. En ese entonces, Gerardo y yo, éramos compañeros actores de la obra, «La Fiera del Ajusco», de Víctor Hugo Rascón Banda.
En esos días de ensayos y funciones, me percaté del profundo conocimiento que mi compañero tenía del cine mexicano contemporáneo. Así que le pedí ayuda. Gerardo me habló de directores que había oído mencionar, pero que no había un profundo conocimiento de mi parte.
Esa tarde hablamos de Juan Ibáñez, y » Los Caifanes», de Felipe Cazals; y » Canoa», de Jorge Fons, y «Los Albañiles», de «El Perro», José Estrada, y «Los Indolentes», de Rodolfo Echeverría, y el «Banco cinematográfico», mismo que fundó gracias a su hermano el presidente Luis Echeverría. Banco en apoyo de los nuevos cineastas y de la producción cinematográfica nacional.
Me habló del conflicto del STPC, de los gánsteres funcionarios que manejaban el cine. De los buenos actores, entre ellos, nuestros admirados Ernesto Gómez Cruz y Enrique Lucero. De las buenas películas setenteras. Y ahí en ese renglón, figuraba el cine del genial, Arturo Ripstein.
Gerardo se emocionaba rememorando: «Tiempo de Morir», «El Lugar sin Límites», «La Tía Alejandra», «La Seducción», donde conoció a Ripstein, convirtiéndose además en su amigo. Cuando me habló de «Cadena Perpetua», se emocionó, se ve que esa película le llegaba.
Recordó el enorme trabajo de Pedro Armendáriz y de nuestro admirado Gómez Cruz. Me mencionó, «Los Recuerdos del Porvenir», basada en la novela de Elena Garro. Sí, lo recuerdo muy bien, veo la vehemencia del «Mosco», al decirme: «El cine de Ripstein, es ver y sentir la intolerancia, la sordidez, el dolor, Arturo no hace concesiones».
Hoy, a casi treinta años de esa plática, me digo: Ripstein, no hace concesiones. Nunca las hizo. Se volvió cada vez más contundente, «Así es la Vida», y no puede haber «Mentiras Piadosas». Sí, lo recuerdo bien, aún veo aquel jardincito de nuestro «Teatro Santa Catarina». Aquella fresca tarde del mes de agosto del 85.
Y aquel correr de manecillas, al lado de «Mosco», como cariñosamente le dicen sus amigos. Ese con un leve dejo de acento español, aquel Gerardo que me hablaba de cine mexicano y del gran Arturo Ripstein. Felicidades enormes a los dos.
Nota: Escrito realizado un 24 de febrero del año 2014. Los 24 de febrero, celebraba onomástico Gerardo. Quise recordarlo como un homenaje a su memoria. Indudablemente, cada vez que hablo de cine mexicano, y en especial del setentero, estará Gerardo Moscoso en el recuerdo. Un abrazo muy grande hasta su galaxia perpetua de cumpleaños. Un abrazo muy fraterno para su compañero de vida, el querido Esteban Osorio. Otro amante irredento del cine mexicano de los setentas.
Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan