Jesús Vázquez Trujillo
El Supremo Dictador
En 1833, el general Antonio López de Santa Anna, asumió la presidencia de la República, sin embargo, pretextándose enfermo, renunció a tan solo unos días de haber asumido la presidencia y se retiró a su hacienda de Manga de Clavo, dejando en su lugar, al médico y político liberal Valentín Gómez Farías, quien fungía como vicepresidente de la República.
Como encargo interino del Poder Ejecutivo, don Valentín dictó una serie de leyes liberales y progresista, que si bien beneficiaban al pueblo, sí lesionaban el poder del clero, la burguesía y el ejército.
Es por ello, que los conservadores le exigen al general Santa Anna, que reasuma su puesto y abrogué las reformas liberales implementadas por el Dr. Gómez Farías. No conformes con eso, el general centralista Gabriel Valencia, se levantó en armas en su contra.
Y el general Antonio López de Santa Anna, va a combatirlo, pero “inexplicablemente” es derrotado y tomado prisionero.
Mientras esto sucedía, en Tenancingo, Estado de México, el general Mariano Arista, proclamó a don Antonio como “Supremo Dictador”.
Nombramiento que hábilmente, el general Santa Anna, rechazó diciendo: ¡El presidente constitucional de la República, no puede convertirse en un faccioso!
Por lo cual, el mismo Santa Anna sale a combatir a Arista, derrotándolo y tomándolo prisionero. Así que, sintiéndose traicionado el propio Mariano Arista, confiesa que su supuesta aprehensión fue planeada, por el mismo Santa Anna, quien al haber rechazado el título de “Supremo Dictador”, se salvaba una vez más del descrédito popular.