El Partido de la Revolución Mexicana, Modelo del Corporativismo Soviético
Jesús Vázquez Trujillo
Después de que el presidente Lázaro Cárdenas expulsó del país al general Plutarco Elías Calles, el 9 de abril de 1936, por entrometerse en asuntos de política nacional, además de obstaculizar sus políticas obreras, era necesario eliminar todo vestigio del callismo en México.
Había que empezar por desmantelar al organismo político creado por él en 1929, es decir al Partido Nacional Revolucionario (PNR), del que el mismo general Cárdenas ocupó la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), en el periodo 1932 – 1934.
El presidente Lázaro Cárdenas creyó que era hora de reformar al partido, reestructurarlo, incorporando en él a todos los sectores sociales y productivos del país, siguiendo el modelo corporativista de la Unión Soviética, de cuya política obrera, el general Cárdenas era un ferviente admirador.
Así, el nuevo organismo político, ya no estaría formado por facciones, si no por todos los sectores sociales que participaron en la lucha armada de 1910, consolidando así el compromiso de institucionalizar a la Revolución, el encargado de reestructurar al partido fue Vicente Lombardo Toledano, líder obrero y sindical, presidente de la recién fundada Confederación de Trabajadores de México (CTM), en sustitución de la corrompida Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), presidida por Luis N. Morones, hombre de confianza y amigo personal del general Plutarco Elías Calles, expulsado junto con él.
El nuevo partido tendría una tendencia socialista, disfrazada de un “Nacionalismo Revolucionario”, colocándose por ello a la izquierda del espectro (escenario) político nacional.
El nuevo organismo político, llevaría por nombre Partido de la Revolución Mexicana (PRM), ya que, en su estructura político – administrativa, quedarían incorporados y corporativizados todos los sectores sociales del país.
El PRM, estaría formado por cuatro sectores sociales de suma importancia:
- Sector Obrero (Compuesto por la CTM) Confederación de Trabajadores de México
- Sector Campesino (Compuesto por la CNC y la CROC) Confederación Nacional Campesina y Confederación Regional Obrera y Campesina
- Sector Popular (Compuesto por la CNOP) Confederación Nacional de Organizaciones Populares, así como por los empleados de gobierno (Burócratas)
- Sector Militar (Compuesto por el Ejército)
La CTM, incorporaría a todas las centrales y organizaciones obreras, existentes en el país, y por ende a todos los sindicatos que éstas formasen, con el objetivo de tener controlados a los diversos sectores sociales y productivos, evitando con ello cualquier manifestación de descontento obrero, mismo que pudiera traducirse en un conflicto, que pusiera en riesgo la estabilidad económica, jurídica, social y política del país.
Con lo cual se rompía la norma jurídica que establece que los sindicatos deben ser autónomos e independientes de todo organismo gubernamental, quedando inexistente la democracia sindical.
Porque ahora, cualquier conflicto obrero – patronal, se convertía en un conflicto de carácter político, por el simple hecho de que todos los sindicatos estaban incorporados a la CTM confederación sindical que constituía al sector obrero del Partido de la Revolución Mexicana.
El Partido de la Revolución Mexicana, fue fundado el 30 de marzo de 1938, es decir 22 días después de que se decretara la expropiación de la Industria Petrolera, con lo cual quedaba consolidado y recompensado el esfuerzo realizado por los diversos sectores sociales del país.
Convirtiéndose en parte integrante del nuevo Estado emanado de la Revolución, siendo ésta la única ocasión en la historia de México, en que el régimen de izquierda política ha funcionado en la Nación.
Desde el exilio, Calles le comentó al general Joaquín Amaro Rodríguez, su opinión sobre la transformación del partido.
Para el exmandatario, la integración de campesinos, soldados y trabajadores demostraba una «tendencia típicamente comunista».
Por otra parte, consideraba que trasladar al ejército a la política era «algo maquiavélico» que tenía como fin la «desmoralización» y destrucción de «la única fuerza organizada que tiene el movimiento revolucionario».
En este sentido, la incorporación del sector castrense «fue la más discutida» dado que se temía hubiera divisiones al interior del ejército y peligrara la estabilidad en el país.
El Partido de la Revolución Mexicana, únicamente postuló un solo candidato para la Presidencia de la República, en su corta historia política.
Al general de división Manuel Ávila Camacho, un hombre de ideas moderadas y conservadoras, no afecto a la política socialista de su amigo y ex jefe.
El presidente Lázaro Cárdenas, irónicamente, el único candidato postulado por el PRM, un partido de izquierda, fue un hombre con ideología encauzada hacía la derecha política y al conservadurismo moderado.
“Por una Democracia de los Trabajadores”. Fue el lema del nuevo instituto político.
Partido de la Revolución Mexicana (PRM).