domingo 22, septiembre, 2024

MITOS Y NOVEDADES EN LA HISTORIA DE MÉXICO

La prensa mordió la mano que le quitó el bosa

Jesús Vázquez Trujillo

El 6 de noviembre de 1911, el señor Francisco Ignacio Madero González, asumió la Presidencia de la República, y  desde el primer momento, el presidente Madero demostró su convicción democrática, otorgando amplia e irrestricta libertad de expresión a la prensa escrita e impresa.

Hecho nunca antes visto en el México independiente, ya que la libertad e expresión e imprente fue restringida.

Particularmente durante los gobiernos de Antonio López de Santa Anna, Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz, quien impuso la llamada “Ley Mordaza”, además de premiar económicamente a los periódicos que hablaran bien de él y de su gobierno.

Desafortunadamente, la prensa utilizó la libertad de expresión, otorgada por el presidente Francisco I. Madero para insultarlo a él y a su gobierno, de una manera soez e irrespetuosa, ya que insultaban a su persona.

Además de burlarse de su dieta vegetariana, de sus creencias espiritistas, además de mofarse del hecho de ser amoroso con su esposa.

Caricatura política, burlándose deL Presidente Francisco I. Madero.

Como por ejemplo, darle un beso en la mejilla en plena vía pública, los insultos de la prensa se hacían extensivos a doña Sarita, a la que llamaban el “Sarape” de Madero, ya que su nombre completo era Sara Pérez Romero, y al casarse con don Panchito, pasó a llamarse Sara P. de Madero, de ahí el mordaz apodo, acrecentado porque doña Sarita, siempre iba detrás de él.

Con caricaturas mordaces, que hacían mofa de su baja estatura corporal, poniéndole apodos tales como: “Presidente pingüica”, “Enano de Tapanco”, “Chaparrito” entre otros, cosa que molestaba sobremanera a Gustavo Madero, el hermano menor del presidente, quien le hacía ver los insultos de los cuales era objeto, y que sin embargo, don Panchito toleraba.

Cabe mencionar, que Gustavo Madero no quiso ocupar ningún puesto en el gabinte de su hermano, en cambio, abrió un periódico en apoyo al gobierno maderista al cual tituló “La Nueva Era”, como símbolo de la libertad de exprsión que respiraba en el país.

Al ver las caricaturas soeces que los periódicos opositores hacía de su hermano, don Gustavo exclamaba furioso:

¡La malagradecida prensa, “muerde la mano” que le quitó el bosal!

El lunes 10 de febrero de 1913, las oficinas de “La Nueva Era” fueron incendiadas por las tropas del general Félix Díaz.

Caricatura del Presidente Francisco I. Madero, enterrando a sus enemigos políticos.

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