Primero los resabios y después los sabios
Jesús Vázquez Trujillo
En 1963, la agitación y la efervescencia política por la sucesión presidencial, se dejaron sentir nuevamente, había varios candidatos para suceder al Presidente Adolfo López Mateos, sin embargo, dos de ellos eran enemigos personales.
El primero, era Gustavo Díaz Ordaz, Secretario de Gobernación y el otro Javier Barros Sierra, Secretario de Comunicaciones y Obras Públicas.
Gustavo Díaz Ordaz, envidiaba, odiaba y le tenía miedo a don Javier, puesto quera nieto de Justo Sierra, el Ministro de Instrucción Pública del general Porfirio Díaz.
Es por ello, que en una ocasión, en que ambos Secretarios de Estado coincidieron en un acto público.
Gustavo Díaz Ordaz, le expresó de manera burlona a Barros Sierra: ¡Primero los sabios! A lo que entendiendo la ironía de Gustavo Díaz Ordaz, don Javier respondió: ¡De ninguna manera, primero los resabios!
Una vez que Gustavo Díaz Ordaz, asumió la Presidencia de la República, el 1 de diciembre de 1964, designó a Javier Barros Sierra como rector de la UNAM, y desde ese puesto, se volvió un severo e implacable crítico de su gobierno.
Particularmente por la ocupación por parte del ejército federal de las instalaciones de Ciudad Universitaria, en el contexto del movimiento estudiantil de 1968.
Javier Barros Sierra y Gustavo Díaz Ordaz (El sabio y el resabio).