La Noche de los pachucos

Tras la entrada de los Estados Unidos de América a la Segunda Guerra Mundial, el 4 de diciembre de 1941, el ejército estadounidense, comenzó a reclutar a mucho joven mexicano – estadounidense que vivía en la frontera, con la promesa de que al finalizar la guerra y regresar a la Unión Americana, obtendrían la nacionalidad estadounidense, con todos sus beneficios.
Sin embargo, aquellos jóvenes mexicano – estadounidenses que no se tuvieron que enlistar en el ejército estadounidense fueron discriminados y perseguidos por la policía estadounidense, por el simple hecho de ser mexicanos.
Esta etnia, comenzó a crear su propia cultura, consistente en un modo de ser y de vestir muy peculiar, consistente en una mezcolanza lingüística entre el inglés y el español, conocido como “Spanglish”.
La noche del 3 de junio de 1943, en la ciudad californiana de Los Ángeles, un grupo de soldados y policías atacaron a un grupo de jóvenes mexicanos, vestidos con trajes de colores llamativos, calzado de colores chillantes y sombreros de ala ancha, adornados con plumas, a los cuales denominaban “Pachucos”, término con el que los jóvenes se referían a la ciudad texana de El Paso.
Pues decían: ¡Vámonos al “chuco” al “pachuco”!, sobre todo aquellos provenientes de Ciudad Juárez.
La policía y los soldados estadounidenses, atacaron a los jóvenes en sus propios barrios, los desnudaron y les quemaron sus ropas, obligándolos a enrolarse en el ejército estadounidense que iría al frente europeo, para “limpiar” su nombre, peleando a favor de la causa aliada.
Al día siguiente, los policías estadounidenses mataron a cuanto “pachuco” y/o “chicano” encontraban en la calle.
Estos ataques xenófobos, se replicaron en varias ciudades de la Unión Americana, por lo que el cónsul mexicano en Los Ángeles, le informó de los violentos sucesos al presidente Manuel Ávila Camacho, quien le envió una carta a su homólogo, Franklin D. Roosevelt, para que pusiera atención a los “Disturbios del Zoot Suit” (Disfraz de Pachuco) y lo resolviera de una vez por todas.
Ya que de no hacerlo, se ponía en riesgo la política de la “Buena Vecindad”, que Roosevelt, deseaba llevar con los países de América Latina, a fin de crear un contrapeso al enorme poderío del nazi – fascismo europeo.
Finalmente, la persecución contra los “Pachucos”, terminó en agosto de ese mismo año de 1943.
