«La momia de Fray Servando»
Jesús Vázquez Trujillo
El 11 de enero de 1861, el presidente Benito Juárez, entró triunfante a la ciudad de México, al triunfar en la guerra de Reforma.
Y una de las primeras cosas que mando hacer, fue a destruir todos los templos y conventos del país.
Uno de ellos fue la iglesia y el convento de Santo Domingo, lugar en el que encontraron, los cadáveres momificados de unos frailes dominicos.
Los cuales, les fueron vendidos a una compañía circense italiana, la cual se fue de gira por todo el mundo.
Sin embargo, nadie se percató, de que una de esas momias era la de Fray Servando Teresa de Mier.
Así que cuando se dieron cuenta del error, el presidente Benito Juárez, ordenó encontrar a los cirqueros italianos.
Y exigirles, la devolución del cádaver momificado del padre Mier, desafortunadamente esto no fue posible.
Ya que en 1867, el circo italiano tuvo un ciclo de presentaciones en la ciudad de Buenos Aires.
Desafortunamente, en ese momento la Argentina era azotada por una epidemia de cólera morbo.
Por lo cual, las autoridades salitarias de la “tierra de fuego”, le solicitaron a los empresarios circenses italianos.
Que arrojaran al mar, todo el contenido cárnico que trajeran en su barco, para evitar un mayor foco de infección.
Así que, en cumplimento de la orden sanitaria argentina, todos los cadaáveres momificados, fueron arrojados al “Mar de la Plata”.
Por lo cual, el cadáver momificado de Fray Servando Teresa de Mier, yace en las profundidades del mar territorial argentino.
