Jesús Vázquez Trujillo
El homicidio falsificado
En 1921, el presidente Álvaro Obregón, designó al general Francisco J. Múgica, gobernador de Michoacán.
Sin embargo, desde su primer minuto como gobernador, el general Múgica puso en práctica políticas sociales que afectaban los intereses de los terratenientes y latifundistas de la entidad.
Por lo cual, los hacendados michoacanos, le exigieron al presidente Álvaro Obregón que destituyera al general Francisco J. Múgica como gobernador de Michoacán, cosa que finalmente hizo, aunque también decidió asesinar al divisionario michoacano y otrora constituyente.
Encomendándole esta tarea al también militar michoacano, el joven coronel de Caballería Lázaro Cárdenas del Río, quien aceptó la encomienda, sin embargo el general Múgica era su paisano y su “mentor” ideológico.
Lo que hizo el joven Cárdenas, fue ir a poner sobre aviso al general Múgica de las órdenes del presidente Álvaro Obregón, recomendándole que huyera del país hacía los Estados Unidos de América, hasta que terminara la presidencia de Obregón.
Y así lo hizo, mientras que el joven Lázaro, le hizo creer al presidente Álvaro Obregón que había cumplido sus órdenes.
Y éste, con su acostumbrado cinismo le envió una corona floral mortuoria, a la que creía viuda del general Múgica.
Al enterarse de la traición del coronel Lázaro Cárdenas, el presidente Álvaro Obregón le odio profundamente.
En cuanto al general Francisco J. Múgica, regresó al país en 1928, tras la muerte de su persecutor, para asumir el cargo de Director General de la Colonia Penal de las Islas Marías.