viernes 17, mayo, 2024

México, entre los diez países más poblados del mundo

Sandra M. Hernández | La Otra Plana.com.mx

Ciudad de México.- De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEGI), con 129 millones de habitantes, México se ubica en el lugar diez de los países con más población en el mundo. En el país, el 52 por ciento son mujeres.

El 11 de julio se recuerda al Día Mundial de la Población, ello, luego de que en 1989, el Consejo de administración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) propuso esta fecha para celebrar el Día Mundial de la Población, que se conmemoró, por primera vez, en 1990.

Con motivo de conmemorar esta fecha, el INEGI dio a conocer una serie de datos acerca del volumen y características de la población en México, además de indicadores demográficos y socioeconómicos que se vinculan a su tendencia.

Se utiliza información censal de 1970 a 2020; de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), primer trimestre de 2005 a 2023, y de las Proyecciones de Población 2016-2050 que publica el Consejo Nacional de Población (CONAPO).

El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés), estableció que en 2023 el volumen de la población mundial ascendió a ocho mil 45 millones, siendo India, con mil 429 millones, China (mil 426 millones) y Estados Unidos de América (340 millones) los países más poblados; en tanto que México ocupa el décimo lugar por volumen de población con 129 millones de personas.

Entre Estados Unidos y México, se ubican Indonesia, con 278 millones; Paquistán, 241 millones; Nigeria, 224 millones; Brasil, 216 millones; Bangladesh, 173 millones; y Rusia, con una población de 144 millones de habitantes.

En el primer trimestre de 2023, la población del país era de millones más que la población resultante del Censo de Población y Vivienda 2020 (126 millones), y casi 17 millones más que la observada en 2010. De la población en 2023, 52 por ciento correspondió a mujeres y 48 por ciento a hombres, porcentajes que se han mantenido estables a lo largo de los años.

De acuerdo a la información, el descenso de la fecundidad y la mortalidad, a partir de la implementación de políticas públicas en materia de planificación familiar, salud y educación, han modificado la estructura por edad. Si se observan las pirámides de población, puede notarse que la base piramidal se hace más angosta y hay una mayor proporción de personas mayores.

Los cambios en la estructura por edad están asociados con el proceso de envejecimiento demográfico y una fase de transición denominada «bono demográfico», la cual se caracteriza por una mayor proporción de personas en edades productivas (15 a 64 años), respecto a la población dependiente (niños de cero a 14 años y personas adultas mayores de 65 años y más).

Entre 1970 y 2023, el porcentaje de la población de cero a 14 años disminuyó de 46 a 23 por ciento y la de 15 a 29 años pasó de 26 a 24 por ciento; en contraste, la población de 30 a 64 años aumentó de 24 a 43 por ciento, mientras que el porcentaje de adultos mayores se incrementó a más del doble, al pasar de cuatro a diez por ciento.

Se observa que entre 1970 y 2020 pasó de 99.7 a 50.3 dependientes por cada cien personas en edad de trabajar y se proyecta un descenso ininterrumpido hasta 2030, momento en el cual empezará a aumentar debido al proceso de envejecimiento demográfico por el que transitará el país.

La razón de dependencia no tiene una distribución homogénea al interior del país. De acuerdo con las proyecciones de población que publica el CONAPO, los valores fluctúan en las entidades federativas. En 2023, Chiapas (59.6%), Guerrero (56.4%), Zacatecas (55.8%), Michoacán (55.6%) y Oaxaca (54.9%) tenían la mayor razón de dependencia. Por el contrario, Ciudad de México (41.7%), Quintana Roo (43.4%) y Baja California (45%) fueron las entidades con menor razón de dependencia.

Otro dato d

presentado especifica que si bien el aumento gradual de la población envejecida representa un reto para el país por las implicaciones en materia de salud, pensiones y otros aspectos en los ámbitos sociales, el bono demográfico se visualiza como una oportunidad por la gran cantidad de personas en edad de trabajar.

Organismos internacionales señalan que «el impacto y magnitud del bono demográfico, como una ventaja potencial al alcance de los diseñadores de políticas económicas y sociales, depende de la capacidad que tiene la economía de un país para absorber productivamente a las personas que ingresan a la actividad económica y no simplemente del proceso demográfico subyacente».

La oferta de trabajo es un aspecto esencial para aprovechar el bono demográfico; cifras de la ENOE muestran que la tasa de desocupación de la población de 25 a 64 años tuvo altibajos entre 2005 y 2023, con un valor mínimo de 2.2 por ciento en 2023 y un valor máximo de 4.4 por ciento en 2010.

Otro aspecto vinculado al aprovechamiento del bono demográfico son las condiciones laborales en las que se inserta la población ocupada, que establece que más de la mitad de las personas ocupadas de 25 a 64 años trabajan de manera informal; el valor más bajo (51.3 por ciento) se observó en 2023 y el más alto (55.4 por ciento), en 2012.

La presencia del bono demográfico conlleva retos educativos y, si bien el promedio de escolaridad de la población de 25 a 64 años ha aumentado en los últimos lustros, el nivel máximo es de 10.3 años de estudio, que se observó en el primer trimestre de 2023.

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