Los plurinominales…
Sandra Sierra Limones
Yo no sé de política… Muchas personas tampoco saben… pero piensan que sí porque han vivido de la nómina gubernamental toda la vida, o porque han recibido los privilegios de estar cerca de los que están encima de la ley mostrando todas las “bondades” del “pinche poder” como decía el icónico exgobernador de Veracruz, Fidel Herrera.
Yo no sé de política, pero creo que es algo más de lo que nos han mostrado todos los partidos últimamente.
Cuando me explicaron para que se supone que son las diputaciones y senadurías plurinominales, me gustó. Hasta lo creí:
La explicación que recibí es que los diputados plurinominales son los que no podrían ganar una campaña: que no tienen el carisma, el recurso económico o que tenían la trayectoria, pero no la fama para lograr un triunfo electoral, sin embargo, son personas con una altísima capacidad técnica que merecían y debían estar ocupando un espacio así.
También me explicaron que eran los espacios de las minorías, los que todavía por costumbre, por idiosincrasia, o por mala voluntad, no seríamos capaces de votar por ellos, pero se merecían y se requería su voz en el poder legislativo.
Después me compartieron que los partidos estaban usando esos lugares para mandar a sus estrellas, sus luminarias, las que no querían que se desgastaran en una campaña política, los que querían que llegaran enteritos al Palacio Legislativo tanto de la Cámara Baja como de la Cámara Alta.
Como no sé de política, cuando vi las listas de plurinominales de los partidos trate de recordar y de releer pero sigo sin encontrarle sentido, y creo que hay mil y un explicaciones pero ninguna está dirigida a lo que nos importa a los electores, a nosotros los votantes que en unos días vamos a tener a tantos jurándonos en todos los tonos y de todas las formas su amor desenfrenado.
La única explicación que me han dado de tener a Cuauhtémoc Blanco de candidato plurinominal es buscarle fuero, porque fama sí tiene… fama de que se robó hasta la historia del estado de Morelos.
Uno pensaría que los políticos nunca pierden la forma: siempre están sonriendo y siempre están peinados y planchados, pero cuando de pelear una candidatura se trata se acaba el sex appeal, y sale el orangután que traen dentro algunos, o si no vea las imágenes de Alejandro Murat cuando sale de un round de lucha grecorromana con Mario Delgado para defender su lugar en las listas plurinominales del senado. Ganó Murat, las listas lo indican. ¿Para qué quieren a Murat de Senador? ¿Por qué se pagan las traiciones? ¿Qué no es malo ser traidor?
Pensar que suben a Marko Cortés a las listas plurinominales por sus capacidades para la negociación y para el cabildeo, es ingenuo hasta para quienes no sabemos de política. Marko Cortés es como el adolescente de la política, tiene un pobre control de los impulsos y tiene su propia visión del mundo, vive en una realidad alterna pues… donde nadie lo entiende y el no entiende a nadie. ¿Cómo le va a hacer en el Congreso?
En fin, reflexionando sobre estas listas, se nos puede ir la vida, pero las elecciones ya están próximas, y tendremos que acercarnos a quienes sí saben de política, a ver si podemos entender lo que hasta ahorita, parece inentendible.
