LLAMANDO A ESTEBAN
Sandra Sierra Limones
Estimado Gobernador:
A mí, como a mucha gente me gustaría platicar con usted.
Yo tengo muchas cosas en contra para lograrlo: para empezar, soy de la Laguna. Yo siento que a usted no le gusta La Laguna. Ha de ser por el calor… yo siento que a ningún gobernador le gusta La Laguna: ojalá no hiciera tanto calor para que les gustara y le invirtieran más a esta región, que, aunque usted no me crea, tiene su encanto.
También tengo poca esperanza porque sé que los empresarios han querido reunirse con usted, pero usted les mandó decir que está ocupado: los empresarios son importantes: generan empleos, invierten y arriesgan sus recursos, promueven el desarrollo y fortalecen la economía local, y yo pienso… si ellos no pueden, yo que soy una simple mortal, pues quedo muy descartada.
A pesar de todo Señor Gobernador, soy una mujer de fe. Por eso le escribo.
Con fe, hace seis años inicie un proceso para solicitar la Alerta de Violencia de Género para Durango. Las autoridades de aquel tiempo primero se burlaron, luego me hacían vacío y luego me atacaron. ¿sabe que nunca hicieron? Investigar de que se trataba el mecanismo: revisar qué podía estar mal y como podían remediarlo. Ser proactivos y no reactivos. La Alerta de Violencia de Género pasó en el aispurato sin pena ni gloria, ¿Qué cree que sí hicieron? Lo mismo que hicieron en todas las demás áreas de la administración: agarrar dinero de las alertas para otras cosas, y terminó el estado castigado, e imposibilitado de usar ese recurso durante dos años.
Cuando usted llegó al poder, yo, mujer de fe, también tenía esperanza. Usted decretó el matrimonio igualitario. Hasta parecía que salíamos de la edad media. El Congreso hizo algo acorde con los nuevos tiempos, y eso no es común en esta tierra donde nos gusta parecer lo que no somos.
Quiero decirle Gobernador, que yo pensé que, en mi carácter de promovente de la alerta, y con las credenciales de más de 15 años de trabajo en los temas de mujeres iba a poder tener una comunicación fluida con las autoridades directamente responsables, porque la alerta cada vez tenía más tiempo y menos respuestas, y entre todas podíamos generar alternativas para lograr de una vez por todas cambiar la realidad de las mujeres en el Estado.
Pero no pasó Señor Gobernador y la cerrazón tiene sus consecuencias.
Durango es el estado que tiene el menor índice de cumplimiento de la Alerta de Violencia de Género en el país. También Durango es el primer y único estado al que se le emite un extrañamiento por su inacción y falta de compromiso en este tema. No lo digo yo, lo dice la Conavim, Inmujeres, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y expertos locales y nacionales.
El estado tiene a seis años de distancia del decreto de Alerta, un 82% de resolutivos no cumplidos y mientras otros estados como San Luis Potosí, andan ya levantando la alerta aquí seguimos tan atorados como en el 2018.
Quiero platicarle que el Informe que presentaron fue tristísimo. Fue un informe que no informó. No informó hasta lo que sí han hecho, fue un informe que demostró la falta interés, de coordinación interinstitucional y de dirección para generar acciones que promuevan respuestas.
Quiero contarle, que la Alerta es mucho de voluntad y de presupuesto. Yo sé que lo segundo no se puede porque no hay dinero en el estado, pero me sigo preguntando porque lo primero tampoco aparece.
Yo no soy nadie señor Gobernador, y me lo hacen ver todos los días funcionarias de su administración, como la responsable del mecanismo para las mujeres con la que tengo más de dos meses queriendo compartir y preguntar, pero no puedo hablar con ella precisamente porque las que no somos “nadie” no nos mezclamos con el funcionariado.
Esteban, todavía hay tiempo, todavía puedes ser el gobernador de las mujeres, no por decreto ni por discurso, sino porque reconoces que la situación tiene que cambiar, y los cambios duelen, y son incómodos, y más de una puede molestarse, pero te lo vamos a agradecer muchas generaciones. Sería muy bonito que seas recordado como el Gobernador que pasó del discurso a los hechos: como el Gobernador que construyó y dotó del andamiaje institucional necesario para que podamos tener acceso a la justicia, a la seguridad y a la reparación.
Ya no le quito el tiempo señor Gobernador, que tenga usted el mejor de los días, y piénselo…. A lo mejor vale la pena.
