martes 26, noviembre, 2024

MARTHA, ESTUPENDA PELÍCULA DE MARCELINO ISLAS

Este escrito es un homenaje a una actriz muy querida por mí: Magda Vizcaino, qepd, protagonista de la película que hoy me ocupa.

Raúl Adalid Sainz

Allá por el año 2008 recibí un guion interesantísimo llamado «Martha», el autor y director, un joven llamado Marcelino Islas. Me invitó a trabajar en su proyecto con un pequeño papel, tengo entendido que me había visto en la cinta «Partes Usadas». Leí el guion y me cautivó.

Vives una de esas experiencias, no como actor que analiza las conveniencias a su favor, sino como un ser humano abierto a la sorpresa. Te cautivas cuando algo está bien escrito, vislumbras una historia que transparenta la vida con honestidad.

Martha es una mujer de setenta años que vive sola en la Ciudad de México. Su única compañera amiga es su vecina, también de edad. Un día la hija de su compañera decide llevársela a Torreón. Martha pierde a su amiga y también su trabajo de archivera (como ella cataloga su oficio). Reemplazada por una mujer joven.

Martha sin motivación, decide quitarse la vida con la ingesta de pastillas. Despierta y es consciente que las pastillas no dieron efecto. Esa misma mañana en un campo llanero de futbol (donde enterró una planta que es compañera de vida) va a desenterrarla.

Martha ha decidido continuar en las vías del tren de vida. En ese momento vemos a distancia (en un plano secuencia en Long shot) que el árbitro del juego al finalizar el partido hace plática a Martha, los vemos irse en el vocho del silbante, el día es soleado, el cielo despejado, la cinta termina.

Uno tiene la sensación que Martha ha encontrado un lindo por qué de vida, dándonos al espectador una esperanza donde nada se esperaba. El guion detalla la rutina, la soledad, el tic-tac pesado de Martha, simbolizado este pesar en el consumir de constantes cigarros por ella.

Un trabajo de la actriz protagónica, mi querida Magda Vizcaino, excelente. Actuación que le valió el «Ariel» en 2012. Un premio que es resonancia a la disciplina, al tesón y justicia a un talento no mediático, pero de enorme corazón vital, rigor y pasión a su ser actoral.

Magda se entregó a este proyecto. Yéndose a vivir durante el tiempo de filmación a una casa, que fungía como su hogar en la película, en Tulyehualco, Estado de México, donde las condiciones no eran las ideales, no había agua caliente. Condiciones guerreras a sufrir en las películas independientes de poco presupuesto.

Este estoicismo de Magda Vizcaino le ayudó orgánicamente para la conformación del solitario y dolido personaje. Pero estas manifestaciones de garra no son necesarias, máxime tratándose de una persona de la tercera edad.

Marcelino Islas filmó con un tempo-ritmo lento, como agujas de reloj que marcan la inutilidad de las horas. Espléndido y vivo el resultado. Un guion que refleja en su realización lo sólido y bien estructurado que era.

Cuando terminé de leerlo, convencido me dije: ¡Hazlo!

«Martha» tuvo grandes reconocimientos en el «Festival de la Crítica», en Venecia, ganó mejor Ópera Prima en el «Festival de Cine en Guanajuato», y premio «FIPRESCI», Motuvun Film Festival 2011. La película la vi en su estreno en 2010 en el «Centro Cultural Tlatelolco», tiempo después la viví con calma, dejándome un gran sabor de boca.

«Martha», es un pedazo de vida, agrio a veces, pero acechante de una sorpresa grata e inesperada que nos renueva. Sí, así como la vida.

En la filmación de esta película conocí a otra actriz símbolo de entrega: Leticia Gómez. Quien resaltaba en su labor actoral en la película mítica mexicana «Los Caifanes»; en aquella secuencia surrealista, en que ella y la actriz Martha Zavaleta, maquillaban a Julissa en el baño de aquel alucinante cabaret de esa extraordinaria película.

Nota: la foto que da marco al escrito es de Magda al recibir su «Ariel», a mejor actriz por «Martha». Año 2012, en el Palacio de Bellas Artes. Magda Vizcaíno, falleció en marzo 19 del 2022. Una verdadera amante de su oficio de actriz. Teatro, cine, televisión, radio, todo lo hizo Magda. Todo ese amor de talento y disciplina entregada fue reconocido con ese «Ariel». La foto lo dice todo.

Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan

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