(La serie de «‘La Doña», se estrena hoy)
Raúl Adalid Sainz
María Félix, la inquietante, la que susurra la congruencia, la decisión, el deseo inconmensurable de ser. Puede ser «Doña Bárbara», «La Diosa Arrodillada», un crisol de «Enamorada», o un «Peñón de las Animas». María es, simplemente es.
María responde a una época dorada de nuestro México, a esa nuestra nación de nacionalismo. Es una película del «Indio», enmarcada en fotografía de Figueroa. Es pincel en lienzo de Rivera. Es el espejo amoroso de un volcánico Armendáriz, es el canto ranchero en nota de Negrete, es la heroína de Gavaldón o Zacarías; es un bolero amoroso de Lara, ensoñando el recuerdo apasionado de un Acapulco de aquellas noches.
María es el reto de ser hombre en belleza sublime, es el derecho de encabalgar la dignidad, es la generala de un México que trasciende. Otra vez María es. Es el orgullo empoderante encantador de ser mujer. Es un atrevimiento adelantado de los tiempos.
A partir de hoy, un gran grupo de creativos, me cuento entre ellos, llevaremos su canto de vida en recreación. Un conjunto entusiasmado de vida. Pude vivir la pasión de dos de las tres Marías (Jimena Romo y Sandra Echeverría), extraordinarias. Un cuadro de actores en ser y estar verdadero. Y el gusto enorme de conocer la pasión inteligente organizativa, de la entrañable directora Mafer Suárez. La producción es de la solidez experta llamada Carmen Armendáriz. Casting espléndido de Claudia Cuevas, a quien agradezco en el alma me haya sugerido para interpretar al primer director cinematográfico de María: el señor Miguel Zacarías. Como me dice Mafer. Claudia dice en metáfora poética que quien hizo el casting fue la propia María.
La serie la podrán ver a partir de este día 21 de Julio, por la plataforma VIX +.
Dejo para el final el ofrecimiento amoroso de la directora Mafer Suárez para entregar a María Bonita este trabajo.
«María Bonita… torrencial, ciclónica, brillante, poderosa…
Por fin… ¿lo puedes creer?… El 21 de JULIO el mundo verá nuestro atrevimiento: contar tu historia con una dignidad profunda, con un amor arrollador y siempre siempre, a corazón abierto.
Ya lo decía Agustín: «la ponemos a tus pies para que te sientas siempre, IDOLATRADA».
Te amo.»
Que los dioses buenos cuiden a María, y a todo este brillante equipo en sus ilusiones blancas.
Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan