sábado 23, noviembre, 2024

‘LOS ENDEBLES’, de Michel Marc Bouchard

(Historia de una puesta en escena entrañable estrenada hace 23 años, dirigida por Boris Schoemann. Y pienso: ¿Cuántos actores se hicieron intérpretes por ella? ¿Cuántos muchachos encontraron definición de vida por su influencia? El tiempo responde: Muchos)

Raúl Adalid Sainz

Hay obras de teatro que resultan inolvidables. Compañeros e instantes que son un gajo dulce de esta naranja llamada vida. Allá por el año 2000, recibí la llamada del director Boris Schoemann para invitarme a integrarme como actor al elenco de la obra. En ella se encontraban cuatro paisanos laguneros: José Juan Meraz, Jorge de los Reyes, Héctor Kotsifakis y Raúl Méndez.

El recuerdo inmediato hacia ese gran texto fue que al leerlo me enamoré a primera vista de él. Era una de esas historias llenas de vida, de emoción, de dolor intolerante, de lo irremediable, de la poesía del amor, del fuego que quema instigado por los celos, del ocultar la realidad bajo la luz de la ficción, como era el caso del bello personaje llamado «La Condesa».

Era la pasión del teatro dentro del teatro. Era una obra romántica que nadie nos la contó. Se vivió. La obra la definí como un Romeo y Julieta gay. Los ensayos los realizamos en la antigua escuela de pintura, la célebre «La Esmeralda».

Faltando un mes para el estreno nos fuimos a nuestro teatro de estreno, el querido espacio del Teatro «La Capilla», ese que Salvador Novo construyó en Coyoacán. Ensayábamos de noche, a veces la madrugada nos daba. De repente escuchábamos ruidos raros provenientes de la cabina. No había nadie. Cada vez que los oíamos divertidos gritábamos: «Ya Chava déjanos trabajar». Y el ruido cesaba. Siempre pensamos que el buen Novo nos protegió, que fue nuestro padrino.

La obra tuvo un éxito de época. Decían que en las largas filas que se hacían, para poder ingresar al teatro de la calle Madrid, de la colonia, El Carmen Coyoacán, parejas de viejitos gay estaban tomados de la mano esperando ver el drama romántico. Cantidad de público femenino fue nuestra constante. Muchas lágrimas cayeron en la oscuridad de las salas teatrales que nos albergaron.

Muchas reposiciones se hicieron. Celebraciones de placas. Viajes al interior, a festivales teatrales. Cómo olvidar aquella gira al querido Torreón en el 2000, con un tremendo éxito en el Teatro Isauro Martínez, que estaba, como dijo esa noche mi tocayo, el Dr. Raúl Méndez, qepd, (padre de Raúl Méndez, el actor) «hasta la madre».

La mayoría de los actores eran egresados del Centro Universitario de Teatro. Hoy todos son una realidad dentro del quehacer escénico. Actores llenos de pasión, de sensibilidad, de querer comunicar teatro. De querer ser mejores seres humanos. Vaya un recuerdo a ellos: Rubén Castillo Emmanuel Márquez Peralta Eduardo Ruy, Alfredo Herrera, Sergio Bátiz, Hector Kotsifakis, Gustavo Sánchez Parra, Ricardo C. White, Constantino Moran, Josejuan Meraz, Jorge De Los Reyes, Raúl Méndez, Hugo Arrevillaga, Boris Schoemann, Javier Olivan Regalado, Leo Ortízgris, Fernando Briones, Alejandro Morales y el inolvidable Octavio Castro (qepd).

El texto, bellísimo, es obra del gran autor canadiense-francés, Michel Marc Bouchard. La dirección elocuente, llena de poesía teatral, fue de Boris Schoemann.

PD: La foto es reciente. Corresponde a la última visita a México del dramaturgo canadiense Michel Marc Bouchard. Quien dio una conferencia inolvidable, junto al director escénico Boris Schoemann, de distintos aspectos del teatro y la dramaturgia. Tuve el placer de acompañarlos y volver a sentir en el presente, aquella magia de vida llamada: «Los Endebles». Junio, 2022.

Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan

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