miércoles 3, julio, 2024

La ley de la atracción

Enrique Martínez y Morales

Hace algunos años leí un libro, muy popular en su momento, que tiene por
título “El Secreto”, de Rhonda Byrne. La tesis central del texto trata de un
fenómeno que se conoce como “La ley de atracción”: lo que pensamos,
consciente o inconscientemente, es lo que obtenemos; nuestros
pensamientos son enviados al universo y, mediante un proceso cósmico,
atraen lo que deseamos a nuestras vidas.

En sociología existe un fenómeno muy similar que se conoce como “Efecto
Pigmalión”. Pigmalión, relata la leyenda de la mitología griega, fue un
escultor que se enamoró perdidamente de Galatea, una de sus creaciones, al
grado que la cuidaba y la atendía cual si viviera. Al ver tal devoción, Afrodita,
la diosa del amor le concedió a la escultura inerte el don la vida. Fue tal la
intensidad del deseo del escultor, que lo imposible se volvió posible.

Dicho portento, también conocido como “Profecía Autocumplida”, se
presenta cuando, por alguna circunstancia, un grupo de individuos tiene la
creencia de que ocurrirá un determinado suceso, toma las decisiones
preventivas al respecto causando que finalmente el acontecimiento suceda.

En economía existe una teoría, menos cósmica y más pragmática, con efectos
muy parecidos a las anteriores que se denomina “Expectativas Racionales” y
se da cuando los agentes económicos aprenden del pasado y actúan como
consecuencia de su percepción de la realidad y de sus pronósticos, y ellos
mismos, con su actuar y sin quererlo, causan que el pronóstico se cumpla.
Por ejemplo, si los comerciantes esperan una mayor inflación para el próximo
año subirán sus precios para compensar sus costos futuros, generando ellos
mismos que el fenómeno de inflación se verifique.

En la década de 1960, investigadores llevaron a cabo un estudio que
demostraba el poder del efecto Pigmalión en el ámbito educativo. En su
experimento, los investigadores informaron falsamente a los maestros que
ciertos estudiantes tenían un potencial académico inusualmente alto. Como
resultado, estos estudiantes, seleccionados al azar, mostraron mejoras
significativas en su rendimiento escolar. Esto se debió a que los maestros, al
creer en el potencial de estos alumnos, les proporcionaron más atención,
apoyo y estímulo, lo que a su vez aumentó la motivación y el rendimiento de
los estudiantes.

El poder de la mente es increíble. Toda acción, todo proyecto, todo éxito
comienza con una idea, con un pensamiento. Por eso debemos tener mucho
cuidado con lo que deseamos porque se puede convertir en realidad.

Es crucial ser conscientes de nuestras propias creencias y actitudes hacia los
demás y hacia la economía. Fomentar un entorno de expectativas positivas
puede transformar significativamente a nuestra sociedad, con el solo hecho
de imaginarlo.

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