Con apenas cinco capítulos sorprendió al mundo con su trama y se convirtió en una de las ofertas más vistas de Netflix que la incorporó este mes a su gigantesco catálogo. Se trata de La chica de los cigarrillos (Gradis Kretek, Indonesia, 2023), un drama romántico que va y viene en el tiempo, por cuanto dos personajes actuales se obsesionan con descubrir el secreto que hubo en un amor truncado por la situación política de Indonesia de los años sesenta
Víctor Bórquez Núñez
Uno de los méritos de la plataforma de Netflix es su catálogo de películas de todas partes del planeta que nos descubren sensibilidades e historias alejadas, por fortuna, de lo habitual estadounidense comercial. Pero también es su principal limitante pues muchos espectadores, abrumados con la cantidad de títulos, no saben qué elegir, considerando que esta plataforma de streaming no solo entrega variedad de películas, series y documentales que se actualizan a diario para todos los usuarios que tienen una suscripción, sino que además se da el lujo de formar bloques de ofertas, de acuerdo con los gustos y frecuencias temáticas de cada uno de los clientes.
¿No sabe qué ver? No lo dude, elija esta miniserie de cinco capítulos de una hora cada uno y tendrá una historia de amor épica y un nada despreciable telón de fondo respecto de cómo los acontecimientos sociales y políticos de Indonesia, acaecidos entre 1964 y 1966 especialmente, van cambiando los sentimientos y las conductas de la pareja protagonista en un giro impecable de su trama.
Lo primero que llama la atención de esta serie es su estilo, reposado, sutil y casi de movimientos coreográficos, que envuelven a los espectadores. Es que esta producción es de Indonesia, cuenta con la fina dirección de Kamila Andini e Ifa Isfansyah y cuyo núcleo es la búsqueda contra el tiempo que hace un irresponsable hijo de un magnate, que está agonizando, de una mujer que, al parecer, fue el amor de su padre.
Con un estupendo manejo del tiempo, en el presente el hijo y una médico se reúnen de manera accidental, para ir tratando de descubrir quién fue esa mujer de los años sesenta que tuvo una gravitante influencia sobre la existencia del magnate. Cruce perfecto entre drama y romance, con una buena dosis de suspenso, la película cautiva porque ambas historias -la pareja del pasado y los jóvenes que investigan en el presente sobre ese romance en cartas, fotos y testimonios escasos- se van entrelazando de manera que cada detalle revela lo que pasó, pero también lo que ellos pueden vivir.
El atractivo de esta serie indonesa es su reparto, donde cada intérprete entrega una gama de sentimientos y reacciones que denotan la capacidad de la dirección para trasladar a los espectadores a una época en que las mujeres solo estaban destinadas para la cocina y el cuidado de su maquillaje, en espera de matrimonios concertados para el beneficio económico de las distintas familias.
De este modo, La chica de los cigarrillos se convierte en una estupenda ocasión para ver una historia romántica y dramática, ambientada en un pueblo de Indonesia, admirar la belleza de sus paisajes y enamorarse con un romance a todas luces destinado a sucumbir en un instante histórico muy violento sufrido por esa nación.
Unido al romance central, se instala en el presente la desesperada búsqueda que hace un joven de una mujer del pasado, casi un fantasma, cuya existencia fue decisiva para su padre, pudiendo de este modo ir accediendo a la impactante historia y secretos ocultos de la industria tabacalera a cargo de su familia, en cuyo proceso aprenderá a madurar y a comprender muchas de las razones del comportamiento de su padre y de los lazos que lo ataron a una mujer.
Con críticas excelentes, con una banda sonora muy hermosa y una cautivante historia de misterios, amores y tragedias, La chica de los cigarrillos se empina entre las diez series más vistas y aplaudidas de Netflix que, de verdad, es todo un hallazgo en el universo de este coloso del streaming.
