Los aumentos de precios de alimentos y combustibles elevaron la tasa de inflación a su nivel más alto desde octubre de 1981. Supera el 10.7% de los 19 países que usan el euro y el 7.7% de EU.
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La tasa de inflación británica alcanzó en octubre su nivel más alto en 41 años, lo que alimentó los reclamos de que el gobierno haga mayores esfuerzos para aliviar la crisis del costo de la vida cuando dé a conocer sus nuevos planes impositivos y de gastos el jueves.
Los precios al consumidor aumentaron 11.1% en los 12 meses hasta octubre, comparado con 10.1% en setiembre, informó la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS por sus siglas en inglés) el miércoles. Los economistas habían previsto un aumento de 10.7%
Los aumentos de precios de alimentos y combustibles elevaron la tasa de inflación a su nivel más alto desde octubre de 1981. Supera el 10.7% de los 19 países que usan la moneda euro y el 7.7% de Estados Unidos, que registró una baja de la inflación en octubre.
El jueves, está previsto que el jefe del Tesoro, Jeremy Hunt, presente un nuevo presupuesto mientras se multiplican los reclamos de aumentos de salarios, mayores beneficios y del gasto en la salud y la educación cuando la inflación galopante erosiona el poder adquisitivo de la gente en todo el país.
Entre reclamos, gobierno alista plan para reducir deuda
Los reclamos dificultan los esfuerzos de Hunt para reducir un déficit estimado de 50 mil millones de libras (59 mil millones de dólares) y restaurar la credibilidad financiera del gobierno después de las desastrosas medidas económicas de la anterior primera ministra Liz Truss, que socavaron la confianza de los inversores y provocaron caos en los mercados financieros.
“No podemos tener crecimiento sustentable a largo plazo con inflación alta”, dijo Hunt luego de conocerse las últimas cifras de inflación. «Mañana (jueves) presentaré un plan para reducir la deuda, dar estabilidad y reducir la inflación mientras se protege a los más vulnerables.
Los gobiernos y bancos centrales del mundo tienen dificultades para contener la inflación generalizada que empezó a acelerarse cuando la economía global se recuperaba de la pandemia de coronavirus y se fue por las nubes cuando la invasión rusa de Ucrania limitó la oferta de gas natural, petróleo, cereales y aceite de cocina.
Si bien es poco lo que pueden hacer los gobiernos para combatir esos golpes externos, los aumentos de precios se arraigan a medida que los productores transmiten sus costos a los consumidores y los trabajadores exigen aumentos de salarios, lo que amenaza a largo plazo el crecimiento económico.
(Con información de El Universal)