viernes 22, noviembre, 2024

IN PRINCIPIO ERAT VERBUM

¿Cuál es la relación entre salud mental y cambio climático?

“La Tierra no la heredamos de nuestros padres, la pedimos prestada de nuestros hijos”.

Albert Einstein

Simón Vargas Aguilar

Aunque al principio el vínculo entre salud mental y cambio climático podría no parecer evidente, lo cierto es que nuestro planeta desde hace décadas ha sufrido por los estragos de la contaminación, el calentamiento global, el estrés hídrico y la intensidad de los fenómenos meteorológicos.

En nuestro país desde hace unas semanas hemos sido testigos de la manera en la que las lluvias han afectado significativamente muchas localidades: autos sumergidos casi por completo, arrastrados por las fuertes corrientes o casas con varios centímetros de agua, donde los electrodomésticos y propiedades quedan inservibles; pero además de ello, probablemente lo más difícil, sea la angustia; el miedo a perder a nuestros seres queridos, la ansiedad por no llegar al trabajo, la dificultad para asistir a clases, la inquietud por no poder trasladarnos a un hospital o la preocupación de perder lo más valioso: la vida.

Contrario a lo que podría creerse la conexión entre estos dos temas se ha hecho cada vez más palpable, lo que nos brinda la oportunidad de analizar diferentes vertientes además de la posibilidad de encontrar soluciones innovadoras que nos ayuden, si bien no a revertir, sí a disminuir la rapidez con la que estamos lacerando nuestro planeta.

De acuerdo con datos del Foro Económico Mundial, el aumento de las temperaturas puede repercutir negativamente bajando el estado de ánimo y produciendo agresividad repentina, e incluso los trastornos psiquiátricos tienden a aumentar durante las olas de calor, pero además, se afirma que los fenómenos meteorológicos extremos pueden causar angustia psicológica y conducir potencialmente a estrés postraumático, depresión y llegar hasta el abuso de sustancias ilícitas.

Ante una emergencia de cualquier índole tanto nuestra vida como la de nuestros seres queridos siempre será una prioridad, y aunque usualmente afirmamos que lo material es lo menos importante, no podemos negar que la falta de vivienda, la inseguridad alimentaria, el desempleo y la intranquilidad por el aumento en la frecuencia de los fenómenos meteorológicos, socavan la salud mental de casi cualquier persona.

La preocupación por un planeta completamente inhabitable parece ser cada vez más patente, en datos del Programa de Comunicación Climática de la Universidad de Yale, el 70% afirmó que está convencido de que este problema afectará a las futuras generaciones.

Aunque por el momento la denominada ecoansiedad no está contemplada como una enfermedad, el término ha sido cada vez más frecuente para los psicólogos alrededor del mundo, incluso la Asociación Estadounidense de Psicología, la define como: “el temor crónico a sufrir un cataclismo ambiental que se produce al observar el impacto aparentemente irrevocable del cambio climático y la preocupación asociada por el futuro”.

Es cierto que no afecta a todos por igual, probablemente, sean los millenials y la generación Z quienes han acumulado más consciencia y desasosiego a lo largo de estos últimos años; sobre todo porque han sido ellos, quienes, habiendo generado mayor consciencia, han pugnado por un cambio en el estilo de vida para disminuir la rapidez con que los estragos han golpeado a la humanidad. Y aunque en muchas ocasiones la ansiedad puede ser considerada como una reacción normal ante ciertos problemas, el tema se vuelve un conflicto cuando repercute en otras áreas como el sueño, el hambre, el descanso, e incluso el ímpetu por hacer actividades en general.

Esta preocupación ha llevado a las nuevas generaciones, a repensar profundamente situaciones como la maternidad y/o paternidad, la adquisición de vehículos o las hipotecas para casas y terrenos; lo que a su vez, se convierte en una constante zozobra y miedo al futuro, el cual, a pesar del trabajo y la búsqueda de desarrollo, desafortunadamente, pareciera ser cada vez más incierto e inestable.

  • Consultor en temas de Seguridad, Inteligencia, Educación, Religión, Justicia, y Política.

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