jueves 16, mayo, 2024

IN PRINCIPIO ERAT VERBUM

10 de noviembre, día mundial de la ciencia para la paz y el desarrollo

Simón Vargas Aguilar

«Nada en la vida es para ser temido, es sólo para ser comprendido. Ahora es el momento de entender más, de modo que podamos temer menos”. Marie Curie

Hoy, como cada año, la Organización de las Naciones Unidas conmemora el día mundial de la ciencia para la paz y el desarrollo, dentro de los principales objetivos de esta fecha, se mencionan: 1) Reforzar la sensibilización pública, 2) promover la solidaridad, 3) renovar el compromiso, pero sobre todo, 4) mostrar los desafíos a los que se enfrenta la ciencia y fomentar el apoyo.

La ciencia ha contribuido radicalmente para transformar el mundo, hace poco se presentó un estudio de la revista Science Robotics, en el cual investigadores de la salud se encuentran experimentando con bacterias magnéticas para tratar los tumores cancerosos, las cuales atravesarían las paredes de los vasos sanguíneos y así ser utilizados como medio de transporte de los fármacos.

Es bien sabido que muchos de los avances más importantes han sido en el rubro médico, ya que es una de las áreas más amplias y complicadas, prueba de ello fue la pandemia que apareció a finales de 2019 y con la que aún continuamos luchando, ya que incluso hace poco China tuvo un repunte en casos a pesar de que se han implementado las medidas pertinentes.

Si bien es cierto que el cuidado de la salud y el combate a enfermedades es un rubro sustancial, este año la ONU ha propuesto como tema: “Ciencias básicas para el desarrollo sostenible” con la finalidad de impulsar avances en rubros como la industria, la agricultura, los recursos hídricos, la planificación energética, el medio ambiente, las comunicaciones y la cultura.

Con el transcurso del tiempo una gran cantidad de empresas e instituciones han colocado a la ciencia y a la innovación como ejes fundamentales, e incluso muchos de los gobiernos han comenzado a reconocer la importancia de destinar mayores recursos, de acuerdo a datos del Informe de la UNESCO sobre la ciencia, hacia 2030: resumen ejecutivo se está tomando consciencia de que, para desarrollar infraestructuras modernas (hospitales, carreteras, ferrocarriles, etc.) y conseguir la diversificación económica y la industrialización, será necesaria una mayor inversión, lo que supone la constitución de una masa crítica de trabajadores cualificados.

De igual manera, el análisis menciona que las crisis medioambientales, sean de origen natural o inducidas, han influido en la política y en la gestión de la ciencia, la tecnología y la información en los últimos cinco años e incluso, la creciente preocupación por las sequías, las inundaciones y otros fenómenos naturales recurrentes ha obligado a los gobiernos a adoptar estrategias de respuesta.

En una era mucho más digital como en la que vivimos, temas como la telemedicina y la agricultura autosustentable, así como la robótica y el internet de las cosas, hoy no solo convergen con mucha más fuerza, sino que además, han impulsado el crecimiento exponencial de la nanotecnología, la biotecnología y las ciencias cognitivas, lo que a su vez permite un desarrollo integral.

Frente a los difíciles momentos que atravesamos, estoy convencido que la ciencia, así como las y los científicos ofrecen soluciones para los desafíos cotidianos, pero también nos ayudan a darle una posible respuesta a los misterios que envuelven a la humanidad. Vivimos una era de transformaciones y descubrimientos que han revolucionado nuestros paradigmas y modelos, por lo que hoy más que nunca es necesario continuar impulsando la investigación y la tecnología.

Simón Vargas Aguilar es analista en temas de seguridad, justicia, política, religión y educación.

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