El hambre continúa aumentando
«El hambre es una de las grandes amenazas para la paz y la serena convivencia humana». Papa Francisco
Simón Vargas Aguilar
En 2015 la Organización de las Naciones Unidas estableció los Objetivos de Desarrollo Sostenible con la finalidad de trazar un plan para mejorar el futuro, ninguna de las 17 metas es más o menos importante, todas son necesarias y se trabaja arduamente en ellas; desafortunadamente, combatir el hambre en el mundo en los últimos años ha sufrido terribles retrocesos.
De acuerdo al Informe mundial sobre crisis alimentarias 2023 publicado por la Red de información sobre seguridad alimentaria el número de individuos que necesitan ayuda urgente en materia de alimentos, nutrición y medios de subsistencia aumentó por cuarto año consecutivo en 2022, con más de 250 millones de personas que padecen hambre aguda y habitantes de siete países al borde de la inanición.
El documento concluye que el 2022 alrededor de 258 millones de personas en 58 países se enfrentaron a un nivel de inseguridad alimentaria de crisis o peor, frente a los 193 millones que se tenían en 53 países y territorios en 2021. Se trata de la cifra más alta en los siete años de historia del informe.
América Latina no se encuentra lejos de la situación, el mismo análisis concluye que 17.8 millones, el 27% de la población analizada, está expuesta a altos niveles de inseguridad alimentaria aguda.
Diversos son los factores que se deben estudiar con respecto al aumento del hambre, sin embargo, la crisis económica, los fenómenos meteorológicos, los climas extremos, la interrupción de las cadenas de suministro y por su puesto la guerra entre Rusia y Ucrania, son algunos de los principales elementos que han hecho que las cifras continúen con un repunte que no se había previsto.
Tenemos que reconocer que la brecha económica afecta considerablemente a algunos sectores ya que existen estratos poblacionales que desperdician comida o consumen en exceso, pero también está el otro lado de la situación, personas que carecen de servicios básico como acceso a agua potable o drenaje y pasan días sin comer.
Desafortunadamente, con la finalidad de una vida mucho más tecnológica y moderna, comenzamos a desestimar el poder de la agricultura y la ganadería, e incluso por buscar una transformación a una sociedad industrializada ahora algunos vegetales y comida orgánica supera dos o tres veces el precio de los productos enlatados.
Sin embargo, el mundo digital también ha impulsado nuevas prácticas, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura la difusión de las tecnologías móviles y los servicios de teledetección ya están mejorando el acceso de los pequeños campesinos a la información, los insumos y los mercados, aumentando la producción y reduciendo los costos operativos. La denominada e-agricultura debe ser analizada con mucho más cuidado, sin embargo, podría ser uno de los elementos que nos ayuden a vencer la crisis alimentaria a la que nos enfrentamos.
El incremento del hambre en el mundo se debe trabajar de forma conjunta, ya que con el paso de los años la escasez de alimentos ha provocado y continuará provocando migraciones y tensión social, pero sobre todo conflictos que continuarán agravando la situación.
Es probable que no podamos desaparecer la crisis alimentaria de un día a otro, pero sí comenzar a frenarla; se debe trabajar conjuntamente en acciones para detener el cambio climático, actuar de forma más consciente a la hora de adquirir productos y pensar en el prójimo; porque al final el problema es de todos, pero también la solución lo es.
- Analista en temas de seguridad, justicia, política, religión y educación.