Participemos en los Diálogos por la Paz
«La justicia es la virtud que consiste en dar a cada uno lo que le corresponde».
Aristóteles
Simón Vargas Aguilar
Desafortunadamente las notas sobre el crimen y la crueldad humana enmarcan las redes sociales, los conflictos armados continúan siendo uno de los tópicos más alarmantes, y los enfrentamientos entre divisiones de cárteles han transformado a diversos municipios y Estados, en escenarios desoladores.
Mañana 20 de junio se conmemora el tercer aniversario del cruel asesinato de los de los religiosos Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, bajo este esquema la Conferencia del Episcopado Mexicano emitió un comunicado de prensa en el que hacen referencia a lo sucedido en 2022 pero también mencionan la importancia de no olvidar a otras víctimas: “Cada muerte y cada desaparecido en el país da sentido a este movimiento, como al de las madres buscadoras, por eso también recordaremos la muerte del Padre Marcelo Pérez de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, al Padre Javier García Villafaña, Párroco en la comunidad de Capacho, de la Diócesis de Zamora; los jóvenes reclutados en Teuchitlán, los comuneros asesinados en Oaxaca; los jóvenes acribillados de Salamanca y San Felipe, Guanajuato; los candidatos y servidores públicos asesinados y las miles de personas desaparecidas en México”.
Aunque nos duela reconocer el tiempo, aunado a la enorme cantidad de casos de violencia, nos tiene saturados como sociedad. Las noticias se han convertido en un cúmulo de acontecimientos donde se exponen situaciones cada vez más cruentas y difíciles de superar.
La construcción de la paz requiere de esfuerzos conjuntos, pero sobre todo de compromiso, por supuesto que son significativas las acciones y las propuestas por ejemplo el Diálogo Nacional por la Paz el cual surgió después de lo sucedido con los sacerdotes jesuitas y en el cual han participado más de 15 mil personas en todo el país y que dieron origen a la Agenda Nacional de Paz; bajo este tenor también se menciona en el comunicado que: “La paz es una responsabilidad común, un llamado ético al que no podemos ni queremos renunciar. No buscamos venganza, queremos justicia. No queremos silencio, pedimos verdad. No nos vence el miedo, nos mueve la esperanza. No queremos tener que buscar a quienes nos son arrebatados, ni enterrar a quienes les han arrancado la vida”.
Hoy, aun cuando el dolor embarga a una enorme parte de la población en nuestro país y la impotencia colma al pueblo de México, la valentía de personas como Javier, Joaquín o el Padre Marcelo debe convertirse en un pilar que nos impulse a seguir luchando por una cultura de paz, sobre todo ante un país afectado por las constantes violaciones a los Derechos Humanos, angustiado por la crueldad de las acciones del narcotráfico y dividido ante la cuestionada incapacidad de las instituciones de seguridad.
El crimen se ha convertido en un punto de inflexión, el cual tristemente nos habla de un incesante tratar de silenciar a quienes han levantado la voz, a quienes han sido un ejemplo vivo de compromiso con los más necesitados y quienes han practicado un verdadero amor al prójimo.
No se puede perder de vista que diversos estados del país se encuentran acribillados por el narcotráfico y el crimen, sin embargo, el caso de algunos en particular como Guanajuato, Chiapas, Sinaloa, Guerrero y Tamaulipas merecen análisis puntuales.
La indignación ha sido evidente y diversas instituciones en México han realizado constantes pronunciamientos donde han condenado el abandono en el que se encuentran diversos estados de nuestro país y la manera descarada en la que el crimen se ha incrustado en la entidad, todo bajo la limitada actuación del Estado.
No podemos perder de vista que atacar a personas que representan un compromiso social implica un daño significativo para la comunidad, porque con el paso del tiempo el hartazgo se continúa elevando y es probable que no se siga vulnerando el sistema democrático. Hoy se deben implementar acciones eficaces de seguridad y de impartición de justicia, pero sobre todo tenemos que asumir nuestra responsabilidad social basándonos en principios y valores.
- Consultor en temas de Seguridad, Inteligencia, Educación, Religión, Justicia, y Política.