jueves 21, noviembre, 2024

IFIGENIA MARTINEZ: UNA VIDA CONSAGRADA A LA DEMOCRACIA

Jorge Torres Castillo

El 5 de octubre de 2024, nos deja una de las figuras más emblemáticas de la historia política y económica de México: Ifigenia Martínez. Economista, académica, política y una luchadora incansable por la igualdad y la justicia social, una de las voces más importantes en la lucha por la democracia en el país, dejando un legado invaluable que hoy reconocemos y celebramos.

Nacida en la Ciudad de México el 16 de junio de 1930, Ifigenia Martínez fue pionera en muchos sentidos. Fue una de las primeras mujeres en graduarse como economista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y también obtuvo una maestría en la Universidad de Harvard. Su formación académica la convirtió en una de las economistas más destacadas del país, y su visión analítica y crítica la posicionó como una autoridad en el ámbito del desarrollo económico y la justicia social.

A lo largo de su carrera se distinguió por su compromiso con las causas progresistas y la defensa de la soberanía de México. Fue fundadora de la corriente democrática del PRI en los años 80, junto a figuras como Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas, que posteriormente daría origen al Partido de la Revolución Democrática (PRD). Su valentía al romper con el PRI y su papel fundamental en la gestación de la transición democrática del país la convirtieron en un símbolo de resistencia y congruencia política.

Ferviente defensora de los derechos de las mujeres y de los sectores más vulnerables de la sociedad. A lo largo de su trayectoria, ocupó diversos cargos públicos y fue diputada y senadora en múltiples ocasiones, siempre destacando por su capacidad para el diálogo y su entrega a las causas sociales. Fue una de las impulsoras del primer plan de desarrollo social con enfoque en la pobreza, un aspecto fundamental que orientó sus decisiones y discursos a lo largo de su carrera política.

Como académica tuvo una influencia indudable en generaciones de estudiantes. Fue profesora en la UNAM durante décadas, contribuyendo no solo al desarrollo del pensamiento económico en México, sino también formando a jóvenes comprometidos con la transformación del país. Su legado como educadora perdura en cada uno de sus alumnos y colegas que tuvieron la oportunidad de aprender de su vasto conocimiento y de su ejemplo de vida.

Promotora incansable del fortalecimiento de la economía mexicana a través de políticas públicas que pusieran a los ciudadanos al centro del desarrollo. Se oponía férreamente a cualquier política que dejara atrás a los sectores populares, y sus discursos siempre defendieron la necesidad de un Estado fuerte y presente para garantizar el bienestar de todas y todos.

Con su fallecimiento, el país pierde una voz fundamental, pero su legado permanecerá por siempre. Su lucha por la justicia social, la igualdad de género, la soberanía nacional y la democracia dejó una huella imborrable en la historia de México. En estos tiempos donde la política muchas veces parece desvinculada de los principios y valores que deberían guiarla, la vida de Ifigenia Martínez nos recuerda la importancia de luchar por el bien común y de actuar siempre con congruencia y compromiso.

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