martes 26, noviembre, 2024

‘Historias de Actores’

(¡Ah!, aquella plática con Julián Pastor y «Estas Ruinas que Ves»)

Raúl Adalid Sainz

El 25 de marzo de 2013, filmaría en Coyoacán al lado de uno de los mejores exponentes de nuestro cine mexicano: el actor y director Julián Pastor. La película: Familia Gang, dirigida por el cineasta Armando Casas.

Esa mañana que lo conocí estaba platicando al lado de la actriz mexicana internacional Elpidia Carrillo. Ella fue llamada al set. Y quedó la silla vacía en esa calle coyoacanense. Le dije a Julián, si me podía sentar a su lado. «Por favor, claro que sí».

Para iniciar plática, le dije una gran verdad: «fíjate que soy un gran admirador de tu película, ‘Estas Ruinas que ves’». Julián se mostró complacido, esbozando una gran sonrisa, «para mí es una de las mejores comedias de nuestro cine”, le dije con todo contento y sinceridad; «pues fíjate, que modestia aparte, es una gran verdad», recuerdo que me dijo Julián muy convencido.

Así comenzó la plática de lo que sería una linda amistad entre compañeros de una película. Esa mañana Julián me habló del rodaje de la película. De la química y camaradería lograda entre los actores. De la buena adaptación de Jorge Patiño a la novela de Jorge Ibargüengoitia. Del enojo de éste al ver la premier de la película en el desaparecido «Cine Roble».

Julián me platicaba que el escritor guanajuatense le había casi reclamado, diciéndole que esa no era su novela. Julián recordaba que le contestó, «claro que no es tu novela, es una adaptación para el cine». La película fue un éxito. El público respondió muy bien. Llevaríamos una hora charlando y seguía animada la plática.

Todavía no éramos llamados al set. Julián se emocionaba recordando su casting. «A todos los pedí yo, tuve libertad». Siempre quiso a Fernando Luján para el protagónico, (Paco Aldebarán), profesor que regresa a Cuévano, (Guanajuato), su tierra natal, para dar clases en la universidad. Recordaba que le dio la oportunidad a Blanca Guerra, en su primer protagónico, «ella era «Gloria Revirado», decía satisfecho de la decisión el buen Julián.

Hablábamos de la dirección actoral, misma que consideraba fundamental por el tono de la película. No podían pasarse, me aseguraba, todo tenía que ser muy natural, «leves rasgos de comedia solamente», me precisaba, como recordando con esmero la dirección. Le decía yo, que cuando Luján, va a la recámara de «Sarita», (Grace Renat), caminando, casi bailando un tango, si no temió se extraviara el tono de lo logrado. Me decía, que sí lo había sentido, y aceptó la apuesta, «Fernando, estuvo al límite, era una secuencia muy chistosa», se reía recordando Julián.

Guanajuato estaba en sus ojos. «Todos estaban maravillosos, la misma Grace Renat, a la cual me la criticaron mucho cuando la elegí». Recordábamos el buen quehacer en comedia de Guillermo Orea, el gran oficio brillante de Roberto Dumont, la simpatía y desparpajo, en esa película, de Rafael Banquells, el cinismo natural de Pedro Armendáriz Jr., la belleza, talento, y sensualidad monumental de Blanca Guerra, y ese su icónico personaje de «Gloria Revirado».

Julián rememoraba como un ejemplo de comedia actoral, aquella secuencia en que borracho Orea, (Isidro Malagón) le cuenta a Luján, (Paco), la tragedia de «Gloria»: «En cuanto Gloria Revirado pierda su virginidad, se va a morir, te ruego que seas discreto, esto nada más lo sé yo, y eso de casualidad». Cómo nos reíamos. Parecíamos revivir la seriedad trágica de Orea y el asombro desconsolado de Luján.

Esa mañana yo volví a vivir «Estas Ruinas que Ves», una de mis consentidas del cine nacional. Esa mañana, iniciaba eso que sería una linda amistad con el querido y admirado Julián Pastor. Ese mismo día recordamos otra de sus películas, también muy consentida por mí: «La Casta Divina». «Nunca olvido esa escena del cenote, y el general Alvarado, bañándose ahí», «fíjate, qué curioso, una amiga querida, recuerda esa película por esa secuencia».

Se iniciaba otra plática, pero ese es otro cantar de las múltiples charlas que viví con Julián en ese inolvidable rodaje de «Familia Gang». Última película de Julián como actor. Por cierto, días antes de la premier de la cinta, en septiembre de 2015, Julián nos dijo adiós. Armando Casas, director de «Familia Gang», dedicó a su memoria la cinta en el estreno.

Ese día imborrable de filmación, en que conocí a Julián, llegó a su fin en la noche. La directora de casting de la película, Elvira Richards, Julián y yo, estábamos en el camper terminando la jornada de trabajo y nos tomamos esta memorable foto que enmarca el escrito. La única que tengo con Julián.

Un charlista estupendo. Un hombre inteligente y directo. Analítico. Gran director de cine y cabaret, no olvidar aquellos espectáculos legendarios del «Bar Guau», en el restaurant del «Perro Andaluz», en San Ángel. Un extraordinario actor de teatro, de cine, un compañero de trabajo a carta cabal. Un amigo que el cine me dio la oportunidad de conocer. Siempre que paso por esa calle de locación en Coyoacán, recuerdo a Julián y aquella inolvidable charla al compás de «Estas Ruinas que Ves». Un saludo inmenso Julián hasta el set donde estés oyendo: «silencio… está corriendo cámara…. acción.

Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan

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